Quantcast
Channel: Lo leemos así
Viewing all 94 articles
Browse latest View live

Las aventuras de un pez fantasioso: ¡Llega tardeeeee!

$
0
0
Las aventuras de un pez fantasioso. Julia Donaldson and Axel Scheffler. SM, 2008.
Versión inglesa de 2007. Tiddler, The story-telling fish. 
Nuestra edición: Alison Green Books, Scholastic Children's Books, 2010.

Haz clic en la cubierta para escuchar cómo leemos nosotros Las aventuras de un pez fantasioso (en inglés).


(Esta reseña se refiere al texto inglés. No he tenido ocasión todavía de echar un vistazo a la versión en castellano por lo que no sé qué tal habrá quedado la rima y el ritmo, que en este libro son absolutamente fundamentales).  

Después de un tiempo, pienso que éste puede ser uno de los cuentos que mejor se leen a menores de dos años (y mayores) de los que tenemos en casa. Tiene un ritmo que fluye sin esfuerzo, llegando a convertirse casi en un rap suave cuando se lee en voz alta. Además, contiene repeticiones y posibilidades de participación, que siempre ayudan mucho a que disfruten los más pequeños.  

El texto
Las aventuras de un pez fantasioso es un cuento sobre un pez pequeñito en tamaño pero matón en lo que a contar cuentos se refiere. Todos los días llega tarde a la escuela y cada día su excusa es una historia más increíble, desde haber estado montando a caballito de mar hasta haberse quedado atrapado en un cofre con un tesoro y haber sido liberado por una sirena. En el cole nadie se cree sus historias excepto el joven influenciable Gallito de San Pedro (no sé si así lo habrán traducido), que está tan emocionado con las historias del pececillo que se las cuenta a su abuelita quien, a su vez, se lo cuenta a un lenguado, difundiéndose así las historias del pececillo por todo el océano. Un día, mientras piensa en su siguiente fantasía, al pececillo le toca vivir una aventura de verdad. ¡Al pobrecito lo pescan!

Por suerte, los pescadores lo devuelven al mar por ser tan pequeñito, pero el pececillo está perdido, asustado y no sabe volver a casa. Pero entonces oye un banco de anchoas cantando un cuento que le resulta muy familiar y sigue su historia de gamba en ballena, de arenque en anguila, de langosta en foca, hasta volver a casa y a su clase, donde, como siempre, nadie le cree excepto el Gallito de San Pedro, que hace algo muy especial por el pececillo al final del cuento.  

Las Ilustraciones
Las vívidas ilustraciones de Axel Scheffler realizadas en pluma, tinta y lápiz, llenas de detalle y expresividad, se animan más que nunca en Las aventuras de un pez fantasioso.

Para cuando compramos Las aventuras de un pez fantasioso, mi hijo ya conocía bien las ilustraciones de Scheffler por The Gruffalo (El Grúfalo) y Room on the Broom (¡Cómo mola tu escoba!), así que enseguida le llegaron las ilustraciones del pececillo. Nos gustan mucho todos los tipos de peces y toda la vida marina -este libro provocó el inicio de la fase de obsesión con pulpos y tiburones de mi hijo- y las escenas en el cole de peces son divertidísimas. Y luego, claro, está el "pez grúfalo" que aparece sin esperarlo en mitad de la historia. Creo que fue una de las primeras veces que vi a mi hijo reírse por algo que no fuera una sesión de cosquillas o un ruido gracioso.  

Aquí hay algunas ilustraciones de Las aventuras de un pez fantasioso:

Doble página, con el pececillo en el centro de la primera y algunas de
sus excusas por llegar tarde representadas en la segunda













Una sirena salvando al pececillo, con un tiburón merodeando 














La abuela del Gallito de San Pedro contando la historia del
pececillo a su amigo el lenguado










¡El pececillo atrapado por la red!



Lectura en voz alta

Cuando compramos Las aventuras de un pez fantasioso y lo leí por primera vez y luego un par de veces en voz alta, tengo que confesar que no estaba muy segura de que me gustara. Había algo en la historia, en concreto en el final, que no me convencía. Pero cuantas más veces lo leíamos en voz alta, más nos metíamos en el ritmo fluido de las rimas y más disfrutaba nuestro hijo. Tiene una musicalidad estupenda y unas cuantas bonitas estructuras repetitivas que animan incluso al más pequeño a participar. Muy pronto se convirtió en uno de nuestros favoritos. 

Las aventuras de un pez fantasioso fue el primer cuento para dormir de nuestro hijo. Siempre le leemos otros cuentos antes de irse a la cama en el sofá, pero Las aventuras de un pez fantasioso fue el primer cuento que llevamos a su dormitorio para leérselo justo antes de que se durmiera.

Una de las cosas interesantes de leerlo en voz alta es los distintos efectos que puede tener dependiendo de la velocidad a la que se lea. Al haber sido el cuento  para dormir de nuestro hijo durante unos meses, nos dimos cuenta de que cuando estaba muy cansado se lo leíamos muy rápido, casi rapeándolo. Perfecto para un niño somnoliento. Pero otras veces, cuando está de un humor más alerta, se lo leemos más despacio y dejando tiempo para parar, mirar, señalar y participar. Es probable que la grabación se sitúe en algún punto intermedio:


Nuestro hijo participa cada vez que la señorita Raya pasa lista en la escuela de peces (la traducción es mía y libre, al no haber tenido acceso a la versión en castellano):

"¿Pececillo? ¿Pececillo?
¡LLEGA TARDEEE!":

Y cada vez que exclaman incrédulos sus compañeros "¡Eso es mentira!", él apoya al pececillo con un sonoro "¡QUE NO! ¡QUE ES VERDAD!


Otros comentarios
Desde los meses de Las aventuras de un pez fantasioso, hemos tenido unos cuantos enamoramientos más breves con El grillo silencioso de Eric Carle, The Snail and the Whale (sin traducción al español), también de Donaldson y Scheffler y con Adivina cuánto te quiero, de Sam McBratney y Anita Jeram, antes de una larguísima historia de amor con la Minibiblioteca de Maurice Sendak (veo que en español fue versionada por Gloria Fuertes en 1977: ¡reedición, por favor!) cada noche, sin perdonar ni una, y recientemente le ha dado por uno de sus libros nuevos, The Boy in the Garden de Allen Say (sin traducción al castellano), pero sé que volverá a Las aventuras de un pez fantasioso algún día.

Las aventuras de un pez fantasioso es "Pedro y el lobo" (de hecho, en algún país se publicó con el título The fish who cried wolf, -El pez y el lobo-) pero sin moraleja pesada. 

En cualquier caso, no puedo evitarlo, sigue sin convencerme del todo el final.

(c) de todas las ilustraciones en este post, Axel Scheffler, 2007. 

Un día diferente para el Señor Amos: ¡Qué caras!

$
0
0
Un día diferente para el Señor Amos, de Philip Stead y Erin Stead. 
Oceano Travesía, México, 2011.
Nuestra edición: A Sick Day for Amos McGee, Roaring Brook Press, New York, 2010.

Haz clic en la imagen para escuchar cómo leemos nosotros Un día diferente para el Señor Amos (en inglés).


Un día diferente para el Señor Amos es una obra hecha por amor al arte. Ganador de la Caldecott Medal 2011, rezuma un esfuerzo concienzudo, un talento notable y una forma de disfrutar de la vida que resulta contagiosa. Es el tipo de cosa que despierta una sensación de agradecimiento por el hecho de que siga habiendo gente dispuesta a embarcarse en este tipo de proyecto largo y meticuloso, a fuego lento. ¡Gracias!

En Un día diferente para el Señor Amos, los rostros dibujados a lápiz con una maestría increíble y el uso del color inyectan de vida al cuidador de zoo Amos McGee, a sus amigos animales y a su historia. Es una encantadora historia sobre la camaradería y el aprendizaje de la bondad mediante la imitación, con varios sub-argumentos visuales, con el pingüino con calcetines y un globo rojo como protagonistas, y una especie de vida paralela para los animales más pequeños, incluida su propia parada de autobús en miniatura y con muchísimos más detalles para disfrutar de ella una y otra vez. 

El texto
El encantador cuidador de zoo Amos McGee se levanta muy temprano todos los días y, después de desayunar avena y té, se monta en el autobús número cinco para comenzar un ajetreado día de trabajo en el zoo. Pero por muy ocupado que esté, siempre busca tiempo para jugar al ajedrez con el elefante, dejarse ganar por la tortuga en una carrera, sentarse tranquilamente con el tímido pingüino, limpiarle la nariz al alérgico rinoceronte y leerle a un búho que tiene tanta predilección por los cuentos como miedo a la oscuridad. 

Un día, Amos se despierta encontrándose mal y no puede ir a trabajar. Los animales se preguntan dónde está su amigo y por fin deciden coger el autobús a casa de Amos para invertir los roles y cuidar de él para variar, jugando al ajedrez, manteniéndole los pies calentitos mientras echa una cabezadita y limpiándole los mocos, hasta que empieza a encontrarse mejor. 

Entonces el búho lee un cuento en voz alta, se acurrucan todos juntos y se duermen. 

Las ilustraciones
Las ilustraciones de Un día diferente para el Señor Amos son dibujos a lápiz sobre grabados en color realizadas con planchas de madera. El gris del lápiz aporta definición y profundidad, mientras que los suaves colores grabados de las planchas de madera dan calidez y textura. Haz clic aquí para leer un relato fascinante de la propia Erin Stead acerca de su método de trabajo (aunque esté en inglés, las imágenes dan una idea muy clara). 

Nos gusta especialmente el uso moderado del color y -esto también a mi hijo- la elección de colores (verde para la ropa de Amos -tanto en la cama como fuera-, azul para su casa, el autobús, su manta y su cocina, rojo -¡qué rojo tan bonito!- para un globo que casi se convierte en uno de los personajes del libro, para la bufanda del rinoceronte y el libro del búho-, amarillo para el papel pintado de las paredes, marrón para el búho y dos colores más, que sólo se me ocurre descibirlos como "color elefante" y "color rinoceronte").

Los animales son antropormorfos y realistas al mismo tiempo. Los rostros y los ojos de Erin Stead son increíbles. Logra hacer que todos sus personajes parezcan inteligentes. Se mira a los ojos del elefante y se intenta adivinar qué está pensando; nunca si está o no pensando. ¡Incluso el pingüino es expresivo!

Estas son algunas de nuestras ilustraciones favoritas de Un día diferente para el Señor Amos. 

Aquí está Amos saliendo de su casa, con un pájaro caminando en dirección opuesta llevando un libro debajo del ala y un ratón a la izquierda esperando el autobús al lado de una parada en miniatura. ¿Veis a lo que me refiero con el uso del color? 




















Aquí está Amos, haciéndole compañía al tímido pingüino, los cuatros pies hacia adentro, con más pingüinos al fondo, uno de ellos con flotador. 

Aquí está Amos jugando al ajedrez con el elefante:

Y Amos limpiándole la nariz al rinoceronte:

Y los animales esperando el autobús:
Nos gustan tanto todas, que podría reproducirlas todas, pero la verdad es que recomiendo que os compréis un ejemplar para verlas y tocarlas (el libro está increíblemente bien editado, con guardas en un maravilloso azul gris que encaja a la perfección con el tono del libro, con una excelente calidad de papel y de impresión).

Otra cosa que nos gusta de las ilustraciones es la cantidad de veces que Amos se cambia de calzado. Vemos sus zapatillas de conejos cuando se levanta de la cama, sus calcetines a rayas cuando se está haciendo el desayuno, sus botas cuando va caminando a la parada de autobús, un par de deportivas que se pone especialmente para correr la carrera con la tortuga y unas botas de agua cuando está sentado con el pingüino.  A mi hijo le encanta señalarlos todos. Y, hablando de calzado, están también esos calcetines rojo intenso del pingüino, que también le encantan. 

El osito de Amos también aparece en varias de las ilustraciones, como un observador silencioso, que podría intervenir en cualquier momento cuando menos te lo esperas. 

Hay un ratón y un pájaro que también aparecen en la historia, a veces simplemente mirando, otras veces ayudando o incluso charlando entre ellos. 

Y luego está el globo increíblemente rojo que el pingüino adopta a modo de una especie de amuleto, que acaba por salir flotando en la distancia, bajo la atenta mirada del pingüino, mientras los demás ya duermen.

Aunque se sabe que cada trazo y cada detalle en cada una de las ilustraciones de Erin Stead es intencionado, logra dar una impresión de casualidad libre, fresca, cálida y viva. 

Lectura en voz alta
Un día diferente para el Señor Amos es un gran cuento para antes de dormir, con una larga letanía de "buenas noches", antes de que todos los animales se acurrucan en una gran manada de amigos al final del cuento. Pero también lo leemos a otras horas. Fue un éxito con mi hijo de dos años desde la primera vez que lo leímos (con algunos libros tarda un poco más en meterse).

Es un libro agradable de leer en voz alta, con algunas frases especialmente sonoras. Me gusta el sonido del resfriado de Amos: "the sniffles, and the sneezes and the chills". Y la aliteración del elefante organizando sus peones y puliendo sus castillos: "arranging his pawns and polishing his castles".

Es un libro en el que mirar las ilustraciones es al menos un cincuenta por ciento de la experiencia. Así que suele haber bastantes -bienvenidas- interrupciones. También hay dos estupendas escenas a doble página sin texto -las ilustraciones en las que los animales esperan al autobús y en la que están ya montados en el autobús-, en las que normalmente preguntamos a mi hijo qué están haciendo los animales y adónde van, como hago en la grabación (en inglés): 

Y por supuesto, está el grito de Amos cuando ve llegar a sus amigos: "Hooray! My good friends are here!" ("¡Bieeeen! ¡Llegaron mis queridos amigos!"), que siempre es un punto álgido de la lectura. 

Mi hijo también ha empezado a imitar lo que hace Amos por los animales y lo que los animales hacen por Amos. Así que de vez en cuando, se levanta de un brinco y corre a cogerme un pañuelo para sonarme los mocos, como hace Amos con el rinoceronte. 

Otra cosa que siempre hace mi hijo es darle cosquillas a Amos en los pies en la escena en la que el pingüino se los está manteniendo calentitos. Y le gusta mucho también el osito enrollado en la trompa del elefante en la última escena, con el globo a la deriva hacia la luna.

Yo creo que este cuento vamos a leerlo muchos años en voz alta, incluso después de que haya aprendido a leerlo él mismo. 

Otros comentarios
Es refrescante y de agradecer que Un día diferente para el Señor Amos logre contar una historia sobre la amistad y la bondad sin caer en ningún tipo de didactismo, demostrando que lo importante es que la magia de la combinación del texto y de las ilustraciones lleve al niño a entregarse a la historia y a disfrutar de ella por amor al disfrute. Si de paso, tu niño decide limpiarte los mocos o calentarte los pies, pues ¡adelante!

Por último, da la sensación de que el cuento se escribió a propósito como un regalo generoso para sacar lo mejor del talento de la ilustradora. Claro que puede que esta teoría esté influida por el dato de que el escritor y la ilustradora son pareja. Pero a mí es que me encanta un fondo romántico. Este libro es cariño.

Notas añadidas Nov. 2011:
Si os interesa saber más acerca de Erin and Phillip Stead, podéis escuchar esta entrevista que les hizo Jessica Harris en el programa From Scratch de NPR el 29 de julio de 2011 (en inglés).

Y para fans a morir, podéis comprar algunas de las estupendas ilustraciones de Un día diferente para el Señor Amosaquí.

(c) de todas las ilustraciones de este post, Erin Stead, 2010. 

Mi mono y yo: preparados, listos... ¡mímica!

$
0
0
Mi mono y yo (Monkey and Me), de Emily Gravett, 2007.
Nuestra edición (en inglés): Macmillan Children's Books, 2010.

No parece haber edición en español disponible. Parece que se publicó una edición bilingüe titulada Mono y Yo/Monkey and Me, pero no encuentro datos en ningún sitio. Si alguien sabe algo, ¡que me ilumine! 

Haz clic en la portada para escuchar cómo leemos nosotros Monkey and Me de Emily Gravett (en inglés). 


Haz clic aquí para escuchar cómo lo leemos a veces como si fuera un libro para aprender a contar (en inglés): 


(Esta reseña se refiere a la edición en inglés. El texto en español es mi traducción).


Monkey and Me es un juego de mímica cantada, de una sencillez brillante. Creo que sería muy divertido para a partir de los seis meses hasta los 3-4 años. Nosotros lo compramos para nuestro hijo cuando tenía aproximadamente un año. 

El texto
Una niña y su mono de trapo nos cuentan su emocionante día de excursión al zoo dando brincos y adoptando posturas imitando a los distintos animales para que adivinemos cuáles son. Andan con los pies hacia afuera como pingüinos, la niña salta con el mono metido por dentro de su camiseta como un canguro con su bebé, se cuelgan boca abajo como murciélagos, la niña se inclina y utiliza el brazo a modo de trompa de elefante y los dos saltan y se cuelgan de cosas como monos -de los de verdad-. Cada ilustración de mímica está acompañada de un canto repetitivo que engancha enseguida:

"Mi mono y yo
 mi mono y yo
 mi mono y yo
 Fuimos al zoo
 Fuimos al zoo a ver...

(Pingüinos/Canguros/Murciélagos/Elefantes/Monos)"

Al final, agotados de tanta emoción, la niña y su mono de peluche se van a casa a cenar y se quedan dormidos a la mesa (¡también el mono de peluche!).

Las ilustraciones
Las ilustraciones de Monkey and Me rebosan de movimiento y energía y, combinadas con el canto pegadizo, resultan contagiosas tanto para lectores como para oyentes. 

En sus ilustraciones a lápiz y acuarela sobre fondo blanco, Emily Gravett utiliza el color con moderación y con efectividad (rojo para la camiseta y las medias de la niña, gris-marrón para el mono de peluche y tonos de marrón y gris para los distintos animales).

Las ilustraciones están repletas de pequeños detalles que los niños pueden ir descubriendo lectura a lectura. Nos encanta la cara del mono, inexpresiva durante todo el cuento, hasta que empiezan a imitar a los monos, cuando le sale una enorme sonrisa que le dura hasta el final. (¡Nos encanta la idea de que un mono de peluche se emocione por ir a visitar a monos de verdad!).

En la última escena, la niña y el mono de peluche se han quedado dormidos a la mesa. Sobre la mesa vemos un plato con un par de patatas fritas que han sobrado, un pequeño tarro de yogur, un plátano abierto sin comer y un dibujo de su día, con el par de lápices -rojo y gris, como casi todo el libro- que han utilizado para dibujarlo. Se añade una bonita y sutil capa de sofisticación con la entrada en escena de un mono de verdad, quizás para hacerse con el plátano, mientras la niña y el mono de peluche duermen. 

A mí personalmente me encantan las medias caídas de la niña. 

Éstas son algunas de las ilustraciones de Monkey and Me: 

Haciendo el pingüino:


Haciendo el murciélago:



Y un primer plano de la escena final (por desgracia, no logro encontrar la escena completa en Internet):












Lectura en voz alta
Monkey and Me es un estupendo cuento para leer en voz alta y jugar. 

Incluso a los bebés pequeños, les gustará el ritmo del canto repetitivo y pegadizo. Luego, empezarán a reconocer a los animales y gritar el nombre de cada uno de ellos cada vez que se pasa de página. Nosotros también lo utilizamos como una especie de libro para contar. A mi hijo le parece muy gracioso cuando contamos los 26 murciélagos muy rápido. También parece estar a punto de empezar a imitar a la niña y a su mono de peluche y a adoptar sus posturas de animales. 

Tiene una buena curva de emoción, bajando de intensidad al final, cuando logra transmitir esa sensación de cansancio satisfecho que sienten los niños después de haber pasado todo el día por ahí.

A mi hijo le encanta el gran pez rojo que cuelga de la boca de uno de los pingüinos y recientemente le ha dado por suplicar clemencia:  "Don't eat!" ("¡No comas!"). 

También le encanta ver a la niña y al mono colgados boca abajo como murciélagos. Le gusta señalar a su barriga -"BELLY BUTTON!" ("¡Ombligo!")- y decir "UPSIDE DOWN!" (¡BOCA ABAJO!) mientras da la vuelta al libro para verles bien las caras. 

Monkey and Me ofrece muchas oportunidades para participar, bailar con la canción y jugar. 

¡Muy, muy divertido!

Otros comentarios
Gracias a Emily Gravett por pintarnos una niña con más energía que cursilería en esta era del retorno de la princesa de rosa. 

Emily Gravett tiene un sitio Web genial, muy bien diseñado, divertido y repleto de información interesante. Incluye vídeos de cómo trabaja. Echa un vistazo en http://www.emilygravett.com/

(c) de todas las ilustraciones de este post, Emily Gravett, 2007. 

La Mini-biblioteca, de Maurice Sendak, versionada por Gloria Fuertes. Reedición, ¡por favor!

$
0
0
La Mini-biblioteca, de Maurice Sendak, 1962. Versionada en castellano por Gloria Fuertes en 1977 (Alfaguara). Incluye los títulos: Miguel, un cuento muy moral en cinco capítulos y un prólogo; Sopa de pollo con arroz, El libro de los meses; El uno era Juan, El libro de los números Lluvia de cocodrilos, Un alfabeto.

Nuestra edición: The Nutshell Library, 1962, HarperCollins.
(Incluye los títulos: Pierre, a cautionary tale in five chapters and a prologue; Chicken Soup with Rice, A Book of Months; One was Johnny, A Counting Book and Alligators all Around, An Alphabet).

                                                                                                           
    

Cómo leemos nosotros The Nutshell Library (en inglés).


Cómo leeríamos nosotros El uno era Juan (si lo tuviéramos en español):



(Esta reseña se refiere a la edición en inglés, que es la que tenemos nosotros, aunque incluye algunos comentarios específicos sobre la versión de Gloria Fuertes, basados en el único de los cuatro textos a los que he tenido acceso, El Uno era Juan. Espero tener pronto acceso a los demás para poder añadir algún comentario más específico acerca de la versión en castellano. Todas las citas en español son, por tanto traducciones -bastante apresuradas- mías, excepto los títulos de cada libro, y las citas de El Uno era Juan, que sí son los de la versión de Gloria Fuertes).


La Mini-biblioteca es una colección de cuatro joyas de libros en miniatura, hechos a medida para manos pequeñas. Cada uno de los cuatro volúmenes que comprende la colección está también disponible en un formato mayor (me refiero a la versión inglesa, ya que, por desgracia, en castellano no están disponibles en ningún formato), pero yo creo que eso le resta encanto y parte de la razón por la que son tan divertidos y a los niños les encantan nada más verlos. 

Le compramos esta mini-biblioteca a nuestro hijo cuando tenía unos 21 meses y desde entonces ha vivido una verdadera historia de amor con la colección en su conjunto y con cada uno de los libros que la componen por separado. En cualquier caso su favorito indiscutible parece ser Pierre (Miguel en la versión española). 

1. Miguel, un cuento muy moral en cinco capítulos y un prólogo

Cómeme si quieres, me importa un pie. 
Pierre (Miguel) es la historia de un niño mocoso cuya respuesta a cualquier cosa que se le pregunte o diga es: 'I don't care!' ("¿Y a mi qué?" o "Me importa un pie", no he podido averiguar qué dice exactamente en la versión en español). Incluso cuando sus padres se van, dejando a Miguel solo en casa, y llega un león que le mira a los ojos y le dice que se lo va a comer y que por tanto morirá, Miguel contesta "Me importa un pie". Así que el león se zampa a Miguel. 

Ni que decir tiene, que todo acaba bien y, al final, Miguel sale en una sola pieza de la boca del león que ha sido colocado boca abajo y sacudido por un médico con una fuerza formidable para su tamaño. 

Aliviado al descubrir que sigue vivo y deseando que le lleven a casa, Miguel descubre que las cosas pueden llegar a importarle más que un pie y acepta la amable oferta del león de llevarles a todos a casa.

Esta historia rimada y encantadoramente juguetona termina con moraleja:

"The moral of Pierre is: CARE!" (La moraleja de Miguel es: ¡Que no te importe todo un pie!"). Como veréis, no es fácil replicar la rima (Pierre, care) en español y me muero de ganas por saber qué solución ingenió Gloria Fuertes. Si alguno tenéis el libro, contádmelo, ¡por favor!

Éstas son un par de escenas de Miguel (¿no os encanta su expresión?):
Por mucho que la madre le diga que le quiere, Miguel insiste que le importa un pie
"Siéntate bien",
"Me importa un pie"
"Y no te eches miel",
"Me importa un pie"
Qué nos gusta de Pierre (Miguel)
El ritmo naturalmente musical de Miguel (en su versión inglesa, al menos) es realmente especial. La repetición de "I don't care" ("Me importa un pie") en todo el poema rimado tiene un efecto poderoso sobre el modo en que la mente se centra en el resto del texto y de algún modo lo aprende tras sólo unas cuantas lecturas. De hecho, Miguel es el primer libro que mi hijo se aprendió "de memoria" (si te detenías, él completaba la palabra siguiente). Lo más asombroso es lo rápido que ocurrió esto (en tan solo unos días). Leyendo otras reseñas y comentarios, veo que esto no es un hecho aislado y que pasa mucho con Miguel (y con los otros libros de la Mini-biblioteca también, al menos en sus versiones originales en inglés). Supongo que se podría decir simplemente que es pegadizo, excepto que "pegadizo" suele referirse al estribillo o a una parte concreta de una canción o poema. ¡Esto es que es todo!

También me encanta la forma refrescantemente desenfadada, juguetona y poco amenazadora de introducir el tema de la muerte, ya mencionado arriba, cuando el león pregunta a Miguel si quiere morir y le sugiere que podría ser un modo de no tener que aguantar a sus padres.

"¿No ves que te voy a comer-"
"¡Me importa un pie!"
"-así, de un trago, sin cocer?"
" ¡Me importa un pie!"
"Y nunca más tendrás que ver-"
"¡Me importa un pie!"
"A tus padres tomar té"
¡Me importa un pie!"
[...] Y el león se zampó a Miguel.

Y luego, al final, cuando el león emite un rugido y Miguel cae al suelo, todo entero :

"Se frotó los ojos
comprobó que no estaba tuerto
y se echó a reír
porque no se había muerto".

A mí lo que más me gusta es cómo Miguel propina una cariñosa bofetada literaria a los niños mocosos.


Recuerdo que todas las citas de Pierre son traducciones más o menos apresuradas realizadas sin otra pretensión que la de dar una idea del original y que si algún alma caritativa me pasa el texto de Gloria Fuertes, las sustituiré más que gustosa.  

2. Sopa de pollo con arroz, El libro de los meses

En esta graciosa y pegadiza oda a la sopa de pollo con arroz y a sus infinitas posibilidades, un niño con un asombroso parecido al Miguel del libro anterior nos lleva de la mano a través de un año de locura de sopa de pollo con arroz, con un poema y una ilustración para cada mes del año.

Las magníficas escenas mensuales incluyen maravillas como celebrar el cumpleaños de un muñeco de nieve con "tarta para él y sopa de pollo para mí", convertirse en un petirrojo ligero de ropa haciendo sopa en su nido, reanimando unas rosas alicaídas con unas gotas de sopa de pollo (¡éste nos encanta!), convertirse en una olla y hacer sopa, navegar por la sopa del Nilo sobre un cocodrilo, convertirse en ballena y echar sopa caliente por el chorro, y convertirse en un árbol de navidad decorado con cuencos de sopa de pollo con arroz. 

Éstas son algunas de estas magníficas escenas:


¡Una de nuestras escenas favoritas de todos los tiempos!



















¡El estribillo del final es tan pegadizo!

Qué nos gusta de Sopa de pollo con arroz
Nos gusta la imaginación juguetona de Sopa de pollo con arroz: ¡convertirse en un petirrojo ligero de ropa haciendo sopa, convertirse en olla o convertirse en árbol de Navidad son imágenes fantásticas!

Lo que más le gustó a nuestro hijo desde el principio fue su carácter melódico, a veces dando palmas al ritmo del estribillo final. Feliz uno (plas), feliz dos (plas), feliz sopa de pollo con arroz (plas plas plas).

Éste es su segundo favorito, después de Miguel.

Recuerdo que las citas que incluyo aquí de Sopa de pollo con arroz son traducciones más o menos apresuradas realizadas sin otra pretensión que la de dar una idea del original y que si algún alma caritativa me pasa el texto de Gloria Fuertes, las sustituiré más que gustosa. 


3. Lluvia de cocodrilos. Un Alfabeto

Lluvia de cocodrilos es uno de los mejores alfabetos que hay. Para los padres o lectores adultos merece la pena simplemente por las ilustraciones tan expresivas y humorísticas. Para los niños (incluidos niños muy pequeños) es encantadoramente pegadizo, fácil y placentero de aprender de memoria. 

Lluvia de cocodrilos muestra a cocodrilos en una multitud de situaciones, como explotando globos, pillando resfriados, siendo anfitriones de elefantes, imitando a Indios, haciéndose los leones, teniendo rabietas o llevando pelucas. 

He aquí algunas de las estupendas imágenes de este libro:



Qué nos gusta de Lluvia de cocodrilos
A mi hijo le encanta "Entertaining Elephants" ("¡elefantes!"), "Imitating Indians" ("¡Auauauauauaua!") y "looking like lions" ("¡Grrrr!").

¡A nosotros nos encanta el libro entero!

4. El uno era Juan, El libro de los números
Ilustración en cubierta de El uno era Juan

"Número Uno Juan.
Hay algo más.
Cuentan los que vienen detrás."

El uno era Juan es un libro de números bastante especial, que cuenta no sólo hacia adelante sino también hacia atrás. 




La primera página retrata a Juan, otro hermano gemelo del Miguel del primer libro, sentado tranquila y felizmente en casa leyendo un libro. En la segunda página, una rata irrumpe en la pacífica escena:

1 Juan vivía solo como en el Polo.
2 El 2 era la rata. ¡Con qué prisa saltó a la repisa!

A la rata le sigue un gato (3) y luego un perro (4), una tortuga, (5), un mono (6), un mirlo (7), un tigre (8) y un ladrón (9). El número 10 "es un acertijo. ¿Juan qué dijo?"

"Hizo y dijo: Se subió a una silla, se puso de pie y empezó a contar al revés. -Al acabar de contar del 10 al 1, no quiero que en casa quedéis ninguno. Si está casa no queda vacía, os lo repito: ¡Os comeré a todos en un frito!".

Y se van todos, uno a uno, hasta que Juan queda por fin solo de nuevo y puede volver a leer su libro.

Éstas son algunas de nuestras ilustraciones favoritas de El uno era Juan:

La primera interrupción

En mitad de la invasión
    

La casa hasta arriba


















Qué nos gusta de El uno era Juan
Nos gusta un personaje al que le gusta estar solo, leyendo tranquilamente en una esquina y el hecho de que ni el visitante más extravagante sea capaz de distraerle de su deseo de seguir leyendo.

Mi hijo se despide con la mano de cada uno de los personajes según se van yendo en la cuenta atrás, diciéndoles a todos "bye-bye", excepto al mirlo, al que "le da la gana de volar para La Habana", a quien despide con un "¡adiós!" con un dudoso acento cubano. Cosa de su padre, ¡seguro!

Lectura en voz alta

Cada uno de estos cuatro libros son un verdadero placer de leer en voz alta y, a juzgar por el larguísimo periodo durante el cual esta Mini-biblioteca fue parte innegociable de la rutina previa a dormir para nuestro hijo, un gusto de escuchar también. Estos dos factores no siempre van unidos. Algunos libros pueden ser estupendos, pero no aguantan más de sesenta noches seguidas de lectura, al menos desde el punto de vista del adulto que los lee. Cuando sí se dan en unión, resulta emocionante.  

El hecho de que sean todos tan pegadizos y los niños se los aprendan de memoria con tan solo unas pocas lecturas -me refiero siempre a la versión en inglés-, los hace especialmente disfrutables para ellos, permitiéndoles participar activamente en la lectura desde una edad muy temprana y seguir disfrutando de ellos hasta los diez años y más. ¡Son divertidos a tantos niveles diferentes!

Versión en castellano de Gloria Fuertes
Traducir/versionar algo como estas pequeñas obritas y sobre todo hacerlo bien es muy complicado. No se trata únicamente de recrear el tono, el humor, la sonoridad, el ritmo y la sensación que provocan en el lector, sino de hacerlo en rima y con las limitaciones que supone hacerlo al revés: escribir texto para unas ilustraciones, en lugar de ilustrar un texto. Un reto nada despreciable.

Por esta razón es tan especial cuando esta tarea se encomienda a alguien que está a la altura de un reto de estas características. En este caso, la versión en castellano está a cargo nada más y nada menos que de Gloria Fuertes. No se me ocurre, a priori, ninguna elección mejor para trasladar al castellano la irreverencia juguetona y el humor tierno pero nunca ñoño de Sendak.

A juzgar por el único texto al que he tenido acceso (El Uno era Juan) y por los títulos de los otros tres libros, se llega a entrever que la versión es estupenda y que Fuertes logra hacer suyos estos textos, trasladando el espíritu de los originales de Sendak a otro idioma y a otro lugar.

En particular, parece haber sabido trasladar al español la juguetonería y el tono de Sendak ("un cuento muy moral") sin dejarse acartonar por una excesiva literalidad.

¿Por qué no tomarán más editoriales nota de lo fundamental que resulta una buena adaptación?

Y ¿por qué no se animará Alfaguara -¡o quien sea!- a reeditar esta colección tan especial de cuatro mini maravillas?

Otros comentarios

Es bastante llamativo lo divorciados que están (¿estaban?) los mundos infantiles estadounidense y europeo. Ni mi marido (a pesar de que se publicara en España en 1977) ni yo habíamos oído hablar nunca antes de esta estupenda colección en miniatura. Sin embargo, si le preguntas a cualquiera de nuestra generación y entorno criados en Estados Unidos, es probable que les dé un ataque de nostalgia y puede que se arranquen a cantar las rimas con la música de los éxitos de Carole King de 1975 del musical Really Rosie, escrito por el propio Sendak y basado en parte en estos cuatro libros o, como mínimo, que recuerden con cariño el especial televisivo de media hora dirigido por Sendak, también con música de Carole King. 

Nosotros no descubrimos las versiones animadas y las canciones de Carole King hasta hace unos días, cuando estaba haciendo algo de investigación para este post, por lo que nuestras lecturas de los libros hasta ahora -escucha las grabaciones- han estado "libres de contagio" de estas otras versiones. 

Echa un vistazo a la versión animada de Pierre (Miguel) del programa emitido en la CBS, con música de Carole King (disponible en iTunes y spotify -el nombre del álbum es Really Rosie y contiene canciones de los cuatro libros de la colección). La versión de mejor calidad que he encontrado es ésta: 


Fue fascinante enseñarle esto a mi hijo el otro día y verle completamente embobado al principio, antes de empezar a reírse sin parar al reconocerlo: "Pierre!" 
Disfrutad y, por favor, ¡que no os importe todo un pie!
(c) de todas las ilustraciones de este post, Maurice Sendak, 1962. 
Más reseñas y lecturas de libros de Maurice Sendak en Lo leemos así:

Donde viven los monstruos

La cocina de noche


Outside Over There


La vida en que Maurice se puso su traje de artista  (con motivo de su fallecimiento)

El tigre que vino a tomar el té: ¡Glup!

$
0
0
El tigre que vino a tomar el té, de Judith Kerr, 1968.
Edición en castellano: Kalandraka, 2010. Traducción de Xosé Manuel González. 
Nuestra edición: The Tiger Who Came to Tea, HarperCollins, 2007. 
Haz clic en la cubierta para escuchar cómo leeríamos nosotros El tigre que vino a tomar el té (si lo tuviéramos en español). 


O si prefieres escuchar cómo lo leemos en inglés, haz clic aquí: 



Publicado por primera vez en 1968, El tigre que vino a tomar el té, de Judith Kerr, sigue siendo uno de los libros infantiles más vendidos y más queridos en Reino Unido. El éxito fue instantáneo también con mi hijo, desde la primera vez que se lo leímos, con alrededor de dieciocho meses, y parece que seguirá siendo uno de sus libros favoritos durante bastante tiempo todavía. 

El secreto detrás de haber mantenido su éxito durante más de cuarenta años desde su fecha de publicación, a pesar de mostrar un modelo de familia anticuado, y de referirse a la 'cerveza de papá' (en la versión en castellano se queda en 'cerveza' sin precisar de quién), tiene que radicar en la encantadora y surrealista naturalidad y despreocupación con la que la niña y la madre del cuento dejan entrar a un tigre en su cocina a merendar.

La repentina irrupción de este "enorme, rayado y peludo tigre" en una escena de madre e hija completamente rutinaria se representa como algo emocionante y divertido, pero al mismo tiempo como algo absolutamente natural y carente de mayor problema. ¿Que llega un tigre a merendar? Pues nada, que pase, que pase. La madre e hija son al mismo tiempo participantes y observadoras de cada escena y esto hace que los lectores sientan que ellos también están mirando y participando. Así, el lector se introduce en la historia y se plantea la posibilidad bastante divertida de que en su casa también podría sonar el timbre en cualquier momento y que podría resultar también ser un tigre. ¿A alguien se le ocurre algo mejor que imaginar en una tarde cualquiera en casa? 

El texto
Sofía y su madre están merendando en la cocina cuando suena el timbre. Se preguntan quién puede ser, pero no se les ocurre quién, así que van a abrir la puerta. 

Cuando Sofía abre la puerta, se encuentra un tigre que dice, con toda educación: "Discúlpenme, estoy hambriento. ¿Podría tomar un té con ustedes? La madre de Sofía le invita a pasar y le ofrece un sándwich. El tigre se zampa todos los sándwiches de un solo bocado. '¡Glup!' y, con cara de tener mucha más hambre, hace lo mismo con todos los pasteles, todas las galletas y toda la tarta, regándolo con toda la leche de la jarra y todo el té de la tetera. Luego se pone a rebuscar más,  hasta que acaba con toda la comida que hay en la casa y con todo el líquido también, incluida el agua de las tuberías.  

Entonces, también con mucha educación, dice "Gracias por el té. Será mejor que me vaya ahora", y se va.   

Cuando el papá de Sofía vuelve, le cuentan la visita del tigre y lo que pasó y él propone salir a cenar. Así que salen, ya de noche. 'Todas las farolas de la ciudad estaban encendidas, y todos los coches llevaban las luces puestas',  y se van a cenar a un restaurante. 

Al día siguiente, Sofía y su madre van a hacer una gran compra y se acuerdan de comprar una lata de comida para tigres por si acaso.

Las ilustraciones
  
Las ilustraciones en tinta y cera de Judith Kerr utilizan una paleta de colores cálidos para representar de forma estupendamente expresiva una experiencia muy extraordinaria en términos reconfortantemente familiares. 

Éstas son algunas de las ilustraciones de El tigre que vino a tomar el té

El tigre se sienta a merendar
Bebiéndose todo el té de la tetera
Bebiéndose toda el agua del grifo

Me encanta la cara de buena gente y de descaro del tigre.  

Y me encantan los calcetines a juego con la corbata del padre, aquí:



Lectura en voz alta

El tigre que vino a tomar el té es muy agradable de leer en voz alta por varios motivos. Tiene repetición (principalmente todos los "todos" y "todas": todo el té de la tetera, todos los paquetes de la despensa, todas las luces de la ciudad..."), diálogo (una oportunidad para poner voces distintas), y -en la versión original inglesa, que es la que leemos en casa- un uso estupendamente comedido y efectivo de la rima esporádica ('tea', 'be', 'key', 'see').   

Hubo varias cosas que a mi hijo le gustaron de El tigre que vino a tomar el té desde la primera vez que se lo leímos, con aproximadamente dieciocho meses. Siempre le ha gustado mucho: 1) el tigre comiéndose todo de un solo bocado: '¡GLUP!'-esto lo hemos aprovechado más de una vez para animar las comidas y funciona de maravilla-, 2) el dibujo del padre con la llave: '¡LLAVE!', 3) la imagen del padre llegando a casa y quitándose el sombrero: ¡Hola!-el¡Hola! lo añadimos nosotros -, 4) señalar las salchichas que se comen al final en el restaurante y 5) el tigre tocando la trompeta al final: Adiós--- Adiós... Adiós -tanto que le acabamos comprando una trompetita de juguete-. 

Desde el punto de vista de la persona que lo lee en voz alta, tiene un buen ritmo y fluye con gracia, aguantando mejor que bien más de un par de lecturas consecutivas. 

Otras cosas

A mucha gente parece incomodarle el hecho de que la madre parezca un poco paradita, de que en la versión original el tigre se beba 'toda la cerveza de Papá' y de que al final la madre se queje de que no les queda nada para hacer 'la cena de Papá' (estas dos últimas referencias al padre de hecho han desaparecido en la traducción al castellano). Es cierto que incluso para los años 60 británicos, es todo un poco años 50. Si realmente incomoda, supongo que se pueden cambiar esas partes o dejarlas fuera (pero puestos a cambiar, ¿habría que cambiar también la cena del final por algo más saludable que salchichas y patatas fritas?). Otra opción sería relajarse un poco, aceptar que las épocas cambian y que la literatura forma parte del testimonio de cada época, y disfrutar de la emoción de dejar entrar a un extraño en casa. 

Una de las cosas que me encanta del final de El tigre que vino a tomar el té es la sensación de que está ocurriendo algo muy especial cuando salen de casa para ir a cenar y está todo oscuro. 'Todas las farolas de la ciudad estaban encendidas y todos los coches llevaban las luces puestas'. Casi, casi tan emocionante como que venga un tigre a merendar. 

Si te interesa leer más acerca de Judith Kerr (autora también de la serie de libros sobre el gato Mog y de Cuando Hitler robó el conejo rosa), echa un vistazo a estos artículos (en inglés): 





Un último rugido, con la mejor de las intenciones y en cuerpo menor para no quitarle protagonismo a este libro tan especial

Hay una errata en la versión en español, donde 'sólo' aparece sin tilde ( Pero el tigre no solo comió un sándwich). Pensé en en principio que quizás estaban siguiendo las últimas recomendaciones de la RAE, pero en la página siguiente aparece la misma palabra con tilde ('Pero el tigre tampoco se comió sólo un dulce'). 

Sólo he escrito sobre erratas en una ocasión más en este blog y me da rabia decir que era sobre un libro de la misma editorial. Lo mismo que dije entonces, vale para esta ocasión:  

Puede parecer que sea una quisquillosa y una gruñona al hacer estas apreciaciones, pero un libro de unas 500 palabras de texto no se puede permitir el lujo de tener erratas, especialmente en una edición que pretende -y logra- ser tan cuidada en otros aspectos. No sé si es el caso, pero convendría recordar que no se puede, nunca, prescindir de los correctores profesionales. "¿Ni siquiera para un cuento de niños?" "¡No!" 


(c) de todas las ilustraciones de este post, Judith Kerr, 1968. 

El paseo de Rosalía: ¡Esto sí que es un álbum ilustrado!

$
0
0
El paseo de Rosalía, de Pat Hutchins. Traducción de Silvia Pérez Tato. Kalandraka, 2011 
Edición original: The Bodley Head, 1968.
Nuestra edición (en inglés): Red Fox, Random House Children's Books, 2009.
El paseo de Rosalía es, sencillamente, lo que debe ser un álbum ilustrado.

En una sola oración, se nos presenta lo que por sí solo es un anodino relato del paseo de una gallina desde su gallinero, a través del corral, rodeando el estanque, por encima de un montón de paja, pasando por el molino, cruzando la verja, por debajo de las colmenas y de vuelta a su gallinero a tiempo para cenar. Pero ¿qué pasa al combinarlo con las ilustraciones? Pues que tenemos una historia totalmente distinta, con bastante más acción, de las desventuras de un zorro muerto de hambre que persigue a la gallina (totalmente ajena al peligro), logrando meterse en un berenjenal tras otro, a cada cual más rematadamente tonto.

Se lo compramos a nuestro hijo hace poco y desde la primera vez que se lo leímos se parte de risa en cada una de las escenas en las que al zorro le llega su merecido. Un libro maravillosamente absurdo que induce a la risa tonta a pequeños y mayores. 

Las ilustraciones
Los dibujos en pluma y tinta de Pat Hutchins en El paseo de Rosalía son encantadoras composiciones formadas por pequeños diseños geométricos en distintos tonos de naranja, verde y amarillo. 

Atención a los puntitos y rayitas en este primer plano del zorro:


El cuento empieza con una página doble en la que se nos muestra toda la escena de la granja o toda la pista de obstáculos, dependiendo del punto de vista que adoptemos:













Y luego se nos hace una visita guiada por toda la granja, con la gallina Rosalía al frente, el zorro desesperado detrás y nosotros siendo testigos de todo.

Aquí, el zorro casi le ha dado el alcance a Rosalía:















¡Pero mira lo que le espera!:











Ésta es una de las escenas favoritas de nuestro hijo:











Y aquí está Rosalía, ya casi al final de su paseo, con el zorro alejándose a lo lejos, perseguido por las abejas:


















Entre, detrás y al lado de las escenas de slapstick bidimensional, hay multitud de pequeños detalles en forma de flores, insectos y otra vida animal, incluida una estupenda cabra obsérvalo-todo, un conejo, un caracol, dos sapos que parecen tener muchas ganas de participar en la acción, un par de ratones, un castor, un par de saltamontes y ¡muchísimas abejas!


Lectura en voz alta
Este libro es más para compartir en voz alta que para leer exactamente, ya que el texto es una parte mínima del todo. Es perfecto para señalar cosas, reír y gritar a la gallina inconsciente: ¡Cuidadoooooo! Además, todos los detallitos en cada una de las ilustraciones dan para mucha conversación.

En esta ocasión no subimos grabación de cómo lo leemos porque cada vez que lo leemos ¡es completamente diferente!

Qué nos gusta de El paseo de Rosalía
Me encanta el hecho de que el texto no tenga nada de gracia sin las ilustraciones pero que, al combinarlo con las imágenes, se vuelva divertidísimo.

Me gusta cómo se introduce de forma inteligente y sencilla la sofisticada idea de la multiplicidad de perspectivas (la gallina, el zorro, el lector).


(c) de todas las ilustraciones en este post, Pat Hutchins, 1968. 

¡Vamos a cazar un oso! Plochi plochi plochi plop

$
0
0
¡Vamos a cazar un oso!, de Michael Rosen (texto) y Helen Oxenbury (ilustraciones), 1989.
Edición en español: Ediciones Ekaré, 2003. Traducción de Verónica Uribe.
Nuestra edición (en inglés): Walker Books, 1997.

Haz clic en la cubierta para escuchar cómo leeríamos nosotros ¡Vamos a Cazar un Oso! si lo tuviéramos en español.


Haz clic aquí para escuchar cómo lo leemos nosotros (en inglés): 


¡Vamos a cazar un oso! es una aventura familiar de valentía juguetona, ruidos evocadores y sustos de risa tonta.

El texto
Basado en una antigua canción de campamento (en su versión inglesa), ¡Vamos a cazar un oso! cuenta la historia de una familia (un padre -¡qué bien!- con cuatro niños y un perro) que se propone una mañana salir de aventura y cazar un oso. Van con un espíritu decidido ("Vamos a cazar un oso"), confiado (un oso grande y peligroso), y valiente ("Aquí no hay ningún miedoso").

Por el camino, se encuentran con todo tipo de obstáculos, descubriendo en cada ocasión que por encima no pueden pasar, que por debajo tampoco pueden pasar y que no les queda más remedio que atraversarlo. La suerte que tienen es que todas las cosas que tienen que atravesar hacen unos ruidos absolutamente estupendos. Estos obstáculos incluyen un campo de largos pastos verdes (suish, suash), un río profundo y frío (glo glo glorogló), un terreno de barro espeso y pegajoso (plochi plochi plochi plop), un bosque verde y oscuro (túpiti túpiti túpiti tip), una tormenta de viento y nieve (¡Suuu! ¡Uuuu! ¡Fuuu! ¡Uuuu! ¡Juuu! ¡Uuuu!) y por último una cueva estrecha y tenebrosa (tiqui tiqui tiqui tac).

Lo que les espera en la cueva es lo último que se esperaban: ¡un oso de verdad! Se dan todos la vuelta y salen corriendo, rehaciendo el camino de vuelta por todos los obstáculos en orden inverso, con todos esos magníficos sonidos otra vez, pero mucho más rápido y con el oso pisándoles los talones, de vuelta a su casa y directos a la cama, a esconderse bajo de la colcha.

Las ilustraciones
Las ilustraciones a lápiz y acuarela de Helen Oxenbury, alternando escenas en color y en blanco y negro, vivifican a esta familia de papel, con una representación perfecta de esa típica combinación de emoción y cansancio satisfecho que suelen mostrar los niños en el transcurso de las aventuras al aire libre.

¡Vamos a cazar un oso! tiene escenas de movimiento estupendas:

Glo glo glorogló


¡Uyuyuyuy! ¡La puerta quedó abierta!
























Y escenas igual de magníficas de la familia descansando entre obstáculo y obstáculo:


Nos gustan las expresiones de sus caras al entrar en la cueva:
Tiqui tiqui tiqui tac




















Y cuando llegan al dormitorio. ¡Aaaah!


A nuestro hijo le encanta la escena donde están debajo de la colcha, especialmente la cabeza que asoma en la esquina inferior izquierda y el inofensivo osito de juguete con el que juega el bebé:















Y a todos nos gusta la última escena, por supuesto, con el oso regresando solo a casa, con más pinta de necesitar un amigo que un bocado:












Lectura en voz alta
¡Vamos a cazar un oso! está escrito para ser recitado o cantado en voz alta. Es perfecto tanto para leer de uno a uno como para leer en grupo.

Nosotros tenemos la versión inglesa y, sin conocer la canción en la que se basa, confieso que al principio nos costó encontrar un ritmo con el que nos sintiéramos cómodos. Sin embargo, tras unas cuantas lecturas, nos hicimos con ello y desde ese momento a nuestro hijo le ha encantado (se lo compramos cuando tenía alrededor de 15 meses). La versión española, en la que se han adaptado ciertas partes -muy acertadamente- es fácil de leer a la  primera.

¡Vamos a cazar  un oso! contiene todos los elementos perfectos para leérselo a niños de bebés en adelante: repetición (tanto en palabras como en ritmos), multitud de sonidos interesantes y un repentino cambio de tiempo que rompe la tensión e introduce un estupendo efecto cómico que consigue arrancar carcajadas cada vez que se lee, antes de que todo vuelve a calmarse justo al final. Y además, la oportunidad -casi casi la compulsión- para que el niño participe, con su voz, su cuerpo o ambas cosas.

A veces lo leemos "tranquilitos" y nos concentramos en los sonidos (como en ambas grabaciones -podéis pinchar arriba-) y otras veces lo leemos de forma más activa, representándolo, apartando con las manos los pastos mientras decimos suish suash, haciendo como que nadamos por el río glo glo glorogló, levantándonos y andando por el barro plochi plop, ensayando unas caídas y unos tropiezos en el bosque, antes de temblar de frío en la tormenta y entrar de puntillas en la cueva y luego ¡todo de nuevo pero en orden inverso a la vuelta!

En ambas modalidades de lectura -tranquilita y activa- movemos nuestras manos haciendo "por arriba", "por debajo" y "atravesar" en la parte que dice:

por arriba no podemos pasar
por debajo no podemos pasar
Ni modo... la tendremos que atravesar.


Cosas que me gustan específicamente de la versión en español
No suelo hablar de la calidad de las traducciones, principalmente porque no me apetece que esto se convierta en  una actividad de deformación profesional de crítica a las traducciones. Pero hay pocas traducciones de libros infantiles del inglés al español, en especial aquellos que tienen ritmo o rima, que llenen de alegría. Ésta es una excepción.

Verónica Uribe ha conseguido adaptar siendo fiel, que entiendo debe ser el propósito de cualquier traducción de este tipo. Ha conseguido trasladar el espíritu y la impresión del original tomando decisiones valientes y alejándose del original cuando lo ha visto necesario, precisamente para poder ser más fiel al tono. Chapeau.

Me gusta como termina la versión en español, con una pregunta que invita a "jugar" de nuevo: ¿Quién quiere salir a cazar un oso? (En inglés termina con un -también juguetón- "Nunca más iremos a cazar un oso").

Me gusta como va cambiando la descripción del oso (primero es grande y peligroso, luego peludo y furioso, luego grande y fastidioso, luego inmenso y horroroso, luego terrible y monstruoso y por fin feo y espantoso). En inglés esta parte es idéntica y de alguna forma funciona, pero en castellano esta variación ayuda al ritmo y favorece el resultado.

Traducir la musicalidad con fidelidad y con un resultado natural es un don y, aquí, Verónica Uribe lo bordó. Olé.

Un par de vídeos interesantes de ¡Vamos a cazar un oso! (en inglés):

Echa un vistazo a esta versión ligeramente animada del cuento:





Y aquí, al propio autor contándolo con generosidad de gestos:


(c) de todas las ilustraciones de este post: Helen Oxenbury, 1989.

El niño en el jardín, de Allen Say : "¡Qué ricura!", dijo el señor Ozu

$
0
0
El niño en el jardin (The Boy in the Garden), texto e ilustraciones de Allen Say.
Houghton Mifflin Books for Children, 2010
Edición en español: De momento no hay. ¿Alguien se anima?




Haz clic en la cubierta para escuchar cómo leemos El niño en el jardín (The Boy in the Garden) de Allen Say (en inglés).


The Boy in the Garden es uno de los favoritos indiscutibles de nuestro hijo. Tuvo una fase, que duró alrededor de dos meses seguidos, en la que teníamos que leérselo todas las noches. Ahora ya se le ha pasado, pero sigue siendo uno de sus libros favoritos. Aunque en términos de edad de lectura, esté dirigido más bien a niños entre 4 y 8 años aproximadamente, tiene algo que atrajo la atención de mi hijo -¡y la mantuvo!- a partir de los 22 meses más o menos. Logra transmitir una sensación de misterio que trasciende las palabras y las imágenes y, al mismo tiempo, sumerge al lector en el retraimiento de un niño con respecto a un mundo y un código de adultos que a veces puede parecer confuso e incluso cruel. Ese retraimiento o refugio en una vida mental privada, que se representa aquí como algo en última instancia positivo, incluso liberador, quizás sea algo en lo que se reconocen incluso niños tan jóvenes.

¡Nos gusta!

El texto
Este cuento tiene como trasfondo (e incluye como prefacio -también está en la grabación, aunque nosotros no lo incluimos cada vez que leemos el libro-) el cuento tradicional japonés de La grulla agradecida, en la que una grulla recompensa al hombre que la rescata de una trampa convirtiéndose en mujer y casándose con él, retirándole más tarde la recompensa cuando el hombre rompe su promesa de no mirar mientras ella teje un bello tejido para venderlo y subsistir, volviendo a su estado natural de grulla y saliendo volando. En El niño en el jardín La grulla agradecida se presenta como "El cuento que Mamá le leía a Jiro".

El niño en el jardín en sí, es la historia de la visita de año nuevo de Jiro y su padre al señor Ozu, cuyo jardín es muy famoso y cuya casa está repleta de tesoros, le advierte el padre a Jiro en tono de "no toques".

Tras saludar y aceptar el regalo de año nuevo del señor Ozu, pronto se hace evidente que es una ocasión de adultos y Jiro se aleja caminando, saliendo al jardín, donde le pica la curiosidad una grulla de pie a lo lejos. Despacio, se va acercando, manteniendo la respiración, escuchando el crepitar de las piedrecitas bajo sus pies y, cuando está a punto de tocarla, su padre interrumpe su aventura solitaria con una risotada abrupta desde la casa, señalándole que sólo era una estatua. El señor Ozu se ríe también. ¡Qué ricura!", dice.

Avergonzado, Jiro sale corriendo y se refugia en lo que al principio parece una ensoñación diurna pero acaba siendo un sueño en el que aparece la mujer grulla del cuento de su madre, un kimono justo de su talla, el propio Jiro comportándose "exactamente como Papá cuando sale a trabajar" y Jiro prometiendo no mirar cuando la mujer anuncia que se va a tejer un rato. ¡Para! grita, hasta que oye una puerta abrirse, unas voces y por fin a su padre y al señor Ozu explicándole que estaba teniendo una pesadilla. "¡Que niño tan rico!, el señor Ozu se vuelve a reir. Y el padre se ríe también.

Cuando se están yendo ya para casa, saliendo del jardín, Jiro no puede apartar su vista de la estátua de la grulla y su padre hace una especie de intento de pedir perdón, ahora que ya no hay ningún otro adulto por ahí: "Sabes, hijo, por un momento, he pensado que esa grulla  parecía de verdad". Pero Jiro le contesta: "Es sólo una estatua, Papá".

La útima escena nos muestra una grulla sobrevolando el jardín del señor Ozu a la luz de la luna mientras que Jiro, según nos dicen, duerme plácidamente en su propia cama.

Las ilustraciones
(Disculpas por las fotos tan malas, pero apenas hay ilustraciones del libro disponibles por Internet y lo único que tenía a mano era la cámara de mi teléfono. Espero mejorarlas pronto).

Las ilustraciones a lápiz y acuarela de Allen Say en The Boy in the Garden tienen algo que te introducen al observador/lector lenta pero firmemente en el libro.

No me enamoraron de inmediato. Sí, técnicamente son muy buenas, están ejecutadas de forma exquisita y son bastante sofisticadas, pero no son realmente mi estilo. Sin embargo leyendo el libro con mi hijo y fijándome en qué le llamaba la atención a él en las ilustraciones, me convencí de que tenían algo muy especial.

Say hace que Jiro y su perspectiva tiren de las ilustraciones. Es casi como ver una perspectiva distorsionada, pero que cuando la miras es perfectamente recta. Se nos muestra la historia a través de la mente del niño y se nos hace sentir a través de él la sensación de división entre los códigos y lenguages de adultos y niños y, en última instancia, la combinación única de miedo y excitación, decepción y emoción de un niño que está aprendiendo sobre el mundo.

La técnica es impecable y el resultado complejo.

Estas son algunas de nuestras ilustraciones favoritas de The Boy in the Garden:

Jiro asomándose para ver a la grulla a lo lejos





Jiro a punto de tocar la grulla, con el padre y el sr. Ozu riéndose a lo lejos
Jiro avergonzado








Jiro encuentra la casita del leñador






















¿No se supone que tú estás perdida en la tormenta?



No, no miraré. ¡Nunca!


Cuando la luna iluminó el jardín del Sr. Ozu,
Jiro ya estaba plácidamente dormido en su cama.










































Lectura en voz alta


Como he dicho al inicio, este libro está dirigido más bien a niños de entre 4 y 8 años (más o menos). Sin embargo tiene un alto factor de interés potencial para niños más pequeños. Algunos libros son disfrutables desde una edad mucho anterior a su edad oficial de lectura. Los aspectos que disfrutan los más pequeños serán muy distintos a los que disfrutan los niños más mayores que entienden toda la historia y todos los matices, pero esto no quiere decir que no lo disfruten (en el caso de mi hijo ¡esto es amor!). Y es fascinante observar cómo lo que disfrutan va cambiando poco a poco a medida que aumenta su comprensión de la historia en sí.

The Boy in the Garden es un libro tranquilo para leer en voz alta, con la dosis justa de tensión y suspense, pero perfecto como cuento de antes de dormir.

Aquí hablo de leérselo a un niño de dos años (evidentemente leérselo a un niño mayor será muy diferente). Para un niño de dos años, los "puntos álgidos" de este libro leído en voz alta son:

-La risa del padre, interrumpiendo la expedición privada de Jiro para tocar a la grulla:
¡Ja, ja, ja!, se oyó una escandalosa risotada.

-El momento en que Jiro divisa una pequeña casita:
"¡Es la casa del leñador! dijo emocionado. Y olvidó cerrar la puerta". (Creo que ésa es una de las partes favoritas de mi hijo).

-Descubrir que la persona que hace ruido al otro lado de la puerta no es el leñador, sino "una mujer alta":
Bienvenido, Jiro-san", dijo, inclinando la cabeza. 
El niño la miró boquiabierto. ¿Cómo sabías mi nombre? 

 -Jiro yendo a recoger leña, volviéndose y diciendo adiós con la mano a la mujer:
"Soy como Papá yendo al trabajo, pensó. Soy el leñador.". 

-Cuando Jiro promete no mirar:
No, nunca miraré. ¡Nunca! ¡Pero no vayas! 


-Y a mi hijo siempre le gustó, y ahora lo repite, el comentario del Sr. Ozu cuando Jiro se despierta:
"¡Qué niño tan rico!, se rió el Sr. Ozu. Se echa cabecaditas en la sala del té, como un gato.
Mi hijo repite: ¡Cómo un gato!   

Las ilustraciones proporcionan muchos detalles para señalar y muchas cosas de las que hablar. Es un libro muy agradable de compartir.

Más acerca de Allen Say
Allen Say ganó la Caldecott Medal en 1994 por el libro Grandfather's Journey (El viaje de abuelo). Ese no lo hemos leído. ¡Habrá que mirarlo!

Aquí una entrevista muy simpática con Allen Say (en inglés):
http://www.oregonlive.com/books/index.ssf/2010/11/portland_author_and_artist_all.html

(c) de todas las ilustraciones en este post: Allen Say, 2010

Entrevista a la autora del blog Brimful Curiosities como parte de la Semana de Reconocimiento a Blogueros de Libros (BBAW)

$
0
0

¡Esta semana es la Cuarta Semana de Reconocimiento a Blogueros de Libros (Book Blogger Appreciation Week)! (Echa un vistazo a todos los acontecimientos especiales y premios aquí -en inglés-).



Como parte de las celebraciones de la semana, me apunté al maravilloso intercambio de entrevistas organizado por BBAW y tuve la suerte de que me asignaran como pareja a la sonriente Janelle de Brimful Curiosities








Esta ha sido una experiencia buenísima, no sólo porque me ha permitido conocer el blog de Janelle, bien escrito y repletito de entusiasmo por los libros y por todas las posibilidades que ofrecen, sino porque me ha hecho a mí misma detenerme y pensar acerca de mi propio blog de una forma que no había hecho antes (puedes leer la entrevista que me hace ella a mí aquí (en inglés)o aquí (en castellano).

Brimful Curiosities era un blog que no conocía con anterioridad, pero después de tan sólo diez minutos leyéndolo me había convertido ya en fan. ¿Cómo no puede gustar, por ejemplo, su última reseña, del libro Un libro de Hervé Tullet (uno de nuestros favoritos en casa también), completo con su propio libro 'interactivo', Sunflower Grow (Crece, Girasol)? 


El libro interactivo hecho por Janelle y sus hijos que nos muestra
en su reseña de Un libro de Hervé Tullet. ¡Nos encanta!













Otra buena razón por seguir el blog Brimful Curiosities de Janelle es su excelente recopilación de los mejores sorteos de libros de niños en la red:  Full to the Brim Children's Book Giveaway List. 

Lee esta entrevista para conocer más de cerca lo que motiva e inspira a Janellle, sus objetivos, algunos consejos para blogueros que se quieren iniciar y algunos de sus blogs favoritos.  

Feliz lectura y si tenéis alguna pregunta para Janelle, ¡podéis incluirla en los comentarios!

LLA (Ellen): Tienes una sección muy útil en tu blog donde incluyes información sobre tus razones para llevar un blog, por qué elegiste el nombre Brimful Curiosities (literalmente Curiosidades Rebosantes) y un poco acerca de ti, pero eso no va a impedir que empiece con una pregunta introductoria: ¿Cuándo empezaste el blog Brimful Curiosities y cuál fue tu motivación?

BC (Janelle): Escribí mi primer post de Brimful Curiosities en septiembre de 2008. Me cuesta decir una razón exacta por la que empecé mi propio blog. La verdad es que no comencé el blog con ningún propósito y objetivo en mente. Lo empecé más como un experimento y como una forma de tantear las posibilidades de la tecnología. Como madre a tiempo completo, quería mantenerme al día y los avances en los medios sociales me resultaban interesantes. Además, llevar un blog me parecía una buena forma de establecer contactos con otras personas con intereses parecidos y vidas parecidas. Cuando lo empecé, mi hija tenía tres años y mi hijo sólo seis meses. El blog me dio la oportunidad de "dialogar" con otros adultos y me dio la posibilidad de volcar en él mi creatividad. 

Además, antes de nacer mi hijo, trabajaba como bibliotecaria de niños. Echaba de menos esa sensación de conocer los nuevos libros antes de que llegaran a las tiendas y de mantenerme al día en literatura infantil. Después de un tiempo, decidí centrar mis posts principalmente en literatura infantil y escribir acerca de libros desde el punto de vista de una madre. También observé que había muchos blogs que organizaban sorteos de libros infantiles, pero que no lograban atraer mucha atención. Por eso, empecé a compilar la lista de sorteos de literatura infantil en la red Full to the Brim Children's Book Giveaway Lists casi desde el principio, como una forma de informar a los lectores de los sorteos existentes y también de ofrecer a blogueros una forma de anunciar sus sorteos.

LLA (Ellen): ¿Qué es lo que más te cuesta y qué es lo que más te compensa de escribir el blog Brimful Curiosities?

BC (Janelle): Para mí, tengo claro que escribir un blog tiene muchos más pros que contras. De otro modo, no continuaría. Escribir el blog me proporciona inspiración diaria y me ayuda a mantener la mente ágil. También me encanta que te permite estar siempre estableciendo nuevas conexiones y aprendiendo todo tipo de cosas nuevas. Soy un poco adicta a la información. Trato de absorber todo lo que puedo.  

Uno de los mayores retos a la hora de escribir los posts es encontrar suficiente tiempo para hacerlo. Hago todo lo posible para mantener un buen equilibrio de las actividades de mi vida. A veces logro mantener el malabarismo, pero otras veces el circo se vuelve demasiado caótico y tengo que alejarme un poquito durante un tiempo del blog. 

LLA (Ellen): Me gusta mucho cómo llevas la experiencia de muchos de los libros que reseñas más allá de sus páginas, complementándolos con todo tipo de actividades. ¿Crees que el blog te ayuda a mantener la creatividad con tus propios hijos?

BC (Janelle): Llevar un blog te abre nuevas avenidas. Al menos para mí ha sido así. No creo que trabajase de forma intencionada en tantos proyectos manuales y actividades con mis hijos si no contase con el blog como fuerza motivadora. Me alegro mucho de haber descubierto el meme mensual stArt (del inglés cuento+arte) de A Mommy's Adventures. Me ha inspirado no sólo a leer con mis hijos sino a incorporar actividades relacionadas con los cuentos. La creatividad en el hogar es algo que creo que todos los padres deberían impulsar. ¡Creo que yo me lo paso igual de bien que mis hijos con todos los proyectos que hacemos!

LLA (Ellen): ¿Cuánto tiempo dedicas a tu blog? ¿Tienes intención de que alguna vez se convierta en una fuente de ingresos o tienes claro que sólo lo haces como diversión?

BC (Janelle): Para mí, escribir un blog es una afición y viene después de mi familia y de otros intereses en mi orden de prioridades. Evidentemente hay muchos libros de niños que merecen atención. Ojalá pudiera escribir acerca de todos, ya que mi familia los lee todos. Por desgracia, sólo tengo tiempo de reseñar una pequeña parte de lo que leemos cada semana. En cada post invierto un poco más de una hora, entre escribirlo y editarlo. Soy un poco quisquillosa en cuanto a calidad y no subo ningún post si creo que no cumple con una serie de requisitos de calidad. Esto significa que mi producción es lenta.  

Para hacer de mi blog un negocio lucrativo tendría que dedicarle muchísimo más tiempo. Y sencillamente, no estoy dispuesta a dedicarle más tiempo del que ya le dedico. En última instancia, espero que mis posts resulten útiles e informativos para otros. No seguiría publicando posts si no disfrutase de la experiencia. :)  

LLA (Ellen): ¿Algún consejo para alguien que esté pensando en empezar un blog de libros o productos de niños?

BC (Janelle): Es probable que no sea la persona más indicada para dar consejos, ya que yo misma empecé a bloguear casi por casualidad. Supongo que es importante pensar bien en el nombre del blog. Esa es la única cosa que no se puede cambiar con facilidad una vez que has empezado. Yo sigo estando contenta con el nombre de mi blog, aunque a veces pienso que debería haberlo llamado algo como "Brimful Book" (Libro Rebosante" o "Brimful Life" (Vida Rebosante). ¡Parece que a algunos les cuesta deletrear la palabra "curiosities!" También recomiendo jugar un poco con las distintas plantillas y plataformas antes de decidirse por una. Mirar otros blogs y hacer una lista de cosas que quieres incluir seguro y otras características que te gustan. Finalmente, conectar con otros blogueros, participar en algunos memes y pedirle consejo u opinión a otros blogueros si es preciso.

LALA (Ellen): ¿Qué otros blogs de libros de niños recomiendas? 

BC (Janelle): ¡Es imposible responder a esa pregunta! Sencillamente, hay demasiados blogs buenos, y descubro blogs nuevos todo el tiempo, como tu blog "We Read It Like This/Lo Leemos Así".  Hace unos meses escribí un post con el título, "Parent's Staying Current - How to find the latest and best in children's books." (Padres al día. Cómo encontrar los últimos y mejores libros infantiles). Ese post contiene sugerencias de blogs estupendos dedicados a libros infantiles

El sitio KidLitosphere Central contiene una lista muy completa de blogs de literatura infantil y juvenil. 

Y no hay que olvidar los blogs de padres y madres educadores en el hogar (homeschooling). Blogs como Almost UnschoolersSuperheroes and PrincessesHope is the Word Mouse Grows, Mouse Learns contienen reseñas de libros detalladas e interesantes además de una gran variedad de posts llenos de inspiración y utilidad. ¡Hay tantos blogs más que podría mencionar! Como he dicho, es demasiado difícil elegir favoritos. 
---------------

Espero que hayáis disfrutado tanto leyendo la entrevista como yo disfruté realizándola. Si tenéis alguna pregunta para Janelle o para mí, podéis dejar un comentario en este post, o ¡visitar su blog!

Una entrevista a Lo Leemos Así con motivo de la BBAW

$
0
0




El texto de esta entrevista es una traducción al castellano de la entrevista en inglés realizada por Janelle del blog Brimful Curiosities a mí misma (Ellen), de Lo Leemos Así / We Read it Like This, con motivo de la Semana de Reconocimiento a Blogueros de Libros (BBAW). 


Traducción de la entrevista:

Ya ha llegado septiembre y todos sabemos lo que significa eso-- el final del verano, la vuelta al cole y ¡no olvidemos la Semana de Reconocimiento a Blogueros de Libros- Book Blogger Appreciation Week-! Esta semana (septiembre 12-16) es una ocasión para que los blogueros de libros hablemos de lo mejor de los mejores, hagamos contactos y hablemos de libros y más libros.

Una de mis partes favoritas de esta semana es el día de la entrevista. Yo paso mucho tiempo leyendo blogs de otros blogueros, pero es muy divertido descubrir más acerca de las personas que hay detrás de los blogs. Y es más emocionante si cabe descubrir a nuevos blogueros, especialmente a blogueros con pasión por la literatura infantil.

No estoy muy segura de cómo forman las parejas para las entrevistas los organizadores, pero este año no he podido tener más suerte. Hoy tengo el placer de presentaros a Ellen, una bloguera más bien nueva en el mundo bloguero, de Madrid (España). Ellen escribe reseñas en su blog Lo Leemos Así (versión en castellano) y We Read it Like This (versión en inglés). Sus reseñas vienen con sorpresita incluida. ¿Adivináis cuál puede ser la sorpresa? (El nombre del blog da una pista.) Sigue leyendo para descubrir por qué deberías leer (y escuchar) los espléndidos posts de su blog.

Pez mecánico para Lo Leemos Así (c) Imogen Duthie. Imagen utilizada con permiso





▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪

BC (Janelle): Muchos blogueros de libros infantiles escriben  sobre el potencial de lectura en voz alta de los libros que reseñan. Tu enfoque es un poco distinto. ¡Acompañas tus reseñas con grabaciones de los cuentos! (Geniales, por cierto). ¿Qué te llevó a comenzar un blog y adoptar este formato para tus reseñas? 
LLA (Ellen): Uno de los regalos de mi hijo las pasadas navidades fue una grabación de Donde Viven los Monstruos de Maurice Sendak leído por su padre y por su madre, con música y efectos añadidos con un poco de prisa pero no poca profesionalidad por su padre, que trabaja en radio (http://wereaditlikethis.blogspot.com/2011/02/where-wild-things-are-be-still.html). Esta fue la primera reseña y grabación que subí al blog. .






Where the Wild Things Are read by We read it like this

En un principio, la razón principal por la que empecé el blog era puramente egoísta. Quería mantener un archivo de los libros que leemos a nuestro hijo, de la experiencia de leérselos (tanto para él como para nosotros). También pensé que sería bonito para él y para nosotros, tanto ahora como más adelante, tener grabaciones de sus cuentos favoritos leídos por nosotros, sus padres. Pensé que un blog era un buen modo de ponerme con ello y de mantenerlo, una forma de comprometerme con la idea.

Otra cosa que me animó a empezar el blog fue la cantidad de gente que comentó sobre el poder de concentración de mi hijo para escuchar cuentos -a veces bastante largos - a una edad bastante tierna. "Mi hijo no duraría ni un minuto sentado", me decían. Me interesaba mostrar que mi hijo no tiene nada en absoluto de especial, y que es simplemente cuestión de elegir el libro adecuado (adecuado para el niño y para el adulto que lo lee)  y leerlo de la forma "adecuada" (con naturalidad, disfrutando). Pensé que incluir grabaciones del modo (completamente personal) en que leemos a mi hijo sus cuentos favoritos podría ser de interés para otros padres, cuidadores y educadores para contrastar impresiones y descubrir buenos libros para leer.

BC (Janelle): ¿Nos puedes describir en pocas palabras el proceso de grabación de los cuentos para tus posts? ¿Qué dispositivos y herramientas utilizas? ¿Crees que incluirás a tu hijo en algunas de las sesiones de grabación? 
LLA (Ellen): Excepto la grabación de Donde viven los monstruos, con la música y los efectos que menciono arriba, el resto de las grabaciones soy yo sola delante de una minúscula grabadora Sony que hace lo que tiene que hacer y no más. A veces hago dos tomas, pero normalmente ni siquiera eso. Si consigo leerlo de una sola vez sin trabarme, lo subo. No pretendo presentarme como una "cuentacuentos" ni como una "voz". No lo soy. Simplemente invito a los lectores del blog a asomarse a escuchar cómo leemos algunos de nuestros cuentos favoritos.

Dicho esto, estoy segura de que haremos al menos otro par de grabaciones más "curradas", porque fue tan divertido hacer el primero y a nuestro hijo le gustó tanto el resultado.

En cuanto a incluir a mi hijo en las grabaciones, he estado pensando en ello recientemente, ahora que habla mucho más (tiene dos años y medio). Sí que incluí un pequeño corte de mi hijo participando en la lectura de Las Aventuras de un Pez Fantasioso de Julia Donaldson. Como digo, estoy pensando en cómo hacerlo a partir de ahora. Creo que algunos cuentos en concreto se beneficiarían mucho de su presencia en las grabaciones, y sería más fiel a cómo leemos los libros en realidad. Así que sí, estoy segura de que su presencia aumentará a medida que se vaya haciendo mayor y en la medida en que le apetezca. 

BC (Janelle): Es evidente que sientes pasión por los libros infantiles. ¿Te criaste entre libros? ¿A quién o a qué atribuyes tu amor por la lectura?
LLA (Ellen): Es cierto que soy una apasionada de los libros infantiles y esto nada tiene que ver con el nacimiento de mi hijo. Siempre me han gustado y seguí comprando álbumes ilustrados durante la universidad y ya como adulta en toda regla.

Sí que me crié con libros, sí. Mis padres son los dos novelistas. Me crié en un hogar en el que los libros no eran un "asunto que tratar" sino que estaban allí, por todas partes, como parte de la vida, para que los cogieras. Mi padre nos contaba y nos escribía cuentos y recuerdo que mi madre nos leía todo tipo de cosas en voz alta hasta unas edades mucho más allá de cuando ya eramos capaces de hacerlo también por nuestra cuenta. Así que sí, ¡algo puede que tuvieran que ver mis padres!

BC (Janelle): En tu blog, mencionas que trabajas como traductora. También ofreces dos blogs "hermanos", uno en inglés (We Read it Like This) y otro en castellano (Lo leemos así) . Al leer versiones traducidas de libros de niños familiares, notas sutiles diferencias en la historia, el significado o distintos ritmos en versos? ¿Tienes algún libro infantil que prefieres leer en inglés o viceversa?
LLA (Ellen): Somos una familia bilingüe (español-inglés), así que leemos libros en ambos idiomas. Por lo general, si un libro está escrito originalmente en inglés, leemos la versión en inglés (aunque hay algunas excepciones de libros que nos han dado de regalo, y, por supuesto, los libros que sacamos de la biblioteca, muchos de los cuales son traducciones, principalmente del inglés).

Traducir inevitablemente introduce cambios. Recrear el tono y la sensación del original en el idioma de destino requerirá a menudo cambios importantes en muchos aspectos distintos. El ritmo es un aspecto especialmente difícil. El ritmo del español y el ritmo del inglés no tienen prácticamente nada en común. Así que una buena traducción recreará el ritmo en el otro idioma mediante la creación de un ritmo equivalente en ese idioma en lugar de intentar ‘copiarlo’.

Traducir literatura no es cosa fácil. Desgraciadamente, la traducción de libros infantiles, quizás porque a veces se considera una forma de arte "menor" -o al menos la parte del texto-, no siempre va a parar a equipos de traductores literarios/escritores, ni siquiera a traductores particularmente competentes, sea cual sea su campo de especialización. Por eso, cuando se encuentra una buena versión traducida a una le entran ganas de dar saltos y gritar '¡Mira! ¡Mira lo que he encontrado". Un ejemplo es la traducción española de Vamos a cazar un oso, de Michael Rosen. ¿Me atrevería a decir que es mejor que el original? (¡Y mira que el original me gusta!). Consigue completar y complementar la versión original de formas inesperadas. Toma el carácter juguetón del original y lo elabora. Me encanta. otro ejemplo es la adaptación de la Minibiblioteca de Sendak a cargo de Gloria Fuertes, una versión estupenda que logra recrear el espíritu de Sendak en español, en lugar de limitarse a dar una traducción de sus palabras. 

BC (Janelle): La mayoría de mis lectores son de EE.UU. y Canadá. ¿Podrías recomendarnos algunos libros infantiles populares en Madrid que quizás no conozcamos?  ¿Es difícil encontrar libros infantiles en inglés en Madrid?
LLA (Ellen): La tradición de literatura infantil en español es relativamente nueva, especialmente en lo que se refiere a álbumes ilustrados. Si miramos qué están haciendo las (muchas) editoriales de libros infantiles en España, gran parte se está dedicando a coger clásicos de los 40 en adelante y publicarlos por primera vez en España (quedan aún tantísimas cosas interesantes que nunca se han publicado en español que sigue habiendo muchísimo que hacer en ese frente). Quizás precisamente por esta razón, a los autores españoles que escriben en español les es difícil hacerse un hueco. Una de las formas en las que muchos autores españoles logran romper este círculo es mediante los diversos concursos, económicamente muy bien dotados, que se celebran en España cada año.

¿Recomendaciones? Cuesta encontrar cosas que se hayan traducido al inglés, pero acabo de descubrir a Javier Saez Castán y estoy absolutamente entusiasmada. El único que (creo) está disponible en inglés es Los Tres Erizos.
¡Ah! Y hay un libro fabuloso que me gustaría recomendar. Aunque se publicó originalmente en alemán en 1993, ¿A qué sabe la luna? se ha convertido en todo un éxito en España desde que Kalandraka lo publicó en 1999. La misma editorial lo publicó en inglés el año pasado. No sé cómo de fácil será conseguirlo en inglés desde fuera de España, pero ¡no dejéis de intentarlo! ¡Vale mucho la pena!

Nosotros compramos nuestros libros por Internet en Amazon o The Book Depository, así que no tenemos ningún problema para conseguir libros en inglés desde aquí. También hay bastantes librerías con sección infantil en inglés. No nos podemos quejar en ese sentido. 

BC (Janelle):  Sé que eres relativamente mundo en el mundo de los blogs de libros. ¿Tienes algún objetivo específico para tu blog para el próximo año?
LLA (Ellen): Mi principal objetivo, y no es ninguna tontería, es que el blog no muera. Trabajo a tiempo completo como traductora y me gusta pasar el máximo tiempo posible juntos en familia, así que realmente no tengo mucho tiempo libre. Un objetivo realista para mí es publicar de uno a dos posts al mes. Mis posts son largos y cada uno de ellos me lleva bastante tiempo.

En general, mi objetivo es encontrar un equilibro entre el rigor y el entusiasmo y que nunca, nunca, se convierta en una obligación. 





▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪

He disfrutado mucho leyendo el blog de Ellen esta semana y me da un poco de pena que viva tan lejos. Parece exactamente el tipo de persona a la que me gustaría conocer (adoro su acento) y apuesto que nuestros hijos se llevarían de maravilla. En su blog reta a otros a hacer sus propias grabaciones "lo leemos así". Puede que tenga que aceptar el reto uno de estos días para comparar. Mi familia hace una versión fenomenal de Vamos a cazar un oso. También es uno de nuestros favoritos.


Para leer otras entrevistas (en inglés), visita el sitio Web de la Book Blogger Appreciation Week. Y haz clic aquí para leer la entrevista que Ellen me hace a mí sobre mi blog Brimful Curiosities.

La noche de los piratas: Silenciosos como ratones, sigilosos como sombras.

$
0
0
¿No tienes tiempo de leer? Escucha la reseña: 
O descárgate el podcast de la reseña aquí


La noche de los piratas, de Peter Harris y Deborah Allwright
Traducción de Jordi Martín
Combel, 2012 (versión pop up)
Nuestra edición (en inglés): Egmont, London, 2005


Haz clic en la cubierta para escuchar cómo leemos nosotros La noche de los piratas (en inglés)

[Esta reseña se refiere a la edición original inglesa. No he tenido oportunidad de ver la edición en castellano, por lo que por ahora las citas son traducciones mías y los nombres son los originales en inglés. Cuando tenga el texto en castellano, incluiré comentarios específicos sobre la versión traducida]. 

Un cuento de piratas para niños y niñas. La noche de los piratas (The Night Pirates) es una emocionante aventura nocturna de un niño pequeño llamado Tom, su gato y unas niñas piratas de capa y espada, repleto de ritmo, musicalidad y fantasía.

El texto
La noche de los piratas es la aventura de Tom, un niño pequeño simpático y valiente, que está en la cama cuando oye a alguien bajando por su calle y subiendo por su casa. ¿Quién será? ¿Serán trolls? ¿Monstruos? ¡No! ¡Son piratas! Niñas piratas duras y rudas que vienen a robar la fachada de la casa de Tom como camuflaje para su barco. Tom les acompaña en su barco y navegan por los mares hasta una isla en la que una panda de piratas adultos vagos y panzudos duermen al lado de su tesoro. El capitán advierte a sus hombres de que ha visto una casa, pero éstos le ignoran y siguen roncando hasta que es demasiado tarde y las niñas piratas, Tom y su salvajísimo gato se apean de la casa-barco, cogen el tesoro y vuelven a marcharse, sin prestar atención alguna a la peor maldición del capitán: "Como no me devolváis el tesoro, ¡me chivo a mi MAMÁ!" Regresan a casa de Tom y, "sigilosos como sombras, silenciosos como ratones", devuelven la fachada a la casa y Tom se vuelve a meter en la cama y se duerme después de su emocionante aventura, pensando que nadie se enterará nunca de lo sucedido. ¿Pero de verdad que nadie se dará cuenta de que la fachada de la casa está boca abajo?

Las ilustraciones
Las ilustraciones de The Night Pirates se enmarcan en una luz nocturna encantadoramente atmosférica y se complementan con juegos tipográficos integrados con las imágenes con mucho acierto.

Mirad el texto "por la casa oscura, oscura fueron subiendo subiendo subiendo. Sigilosos como sombras, silenciosos como ratones", con la luna observando la escena y los "subiendo" ("up, up up") dispuestos a modo de escalera, y "silenciosos como ratones" ("quiet as mice"), en tamaño pequeño y susurrante:


Aquí tenéis a Tom, un niño pequeño simpático, valiente (con miedo, emocionado), con su gato salvaje (me encanta el retrato en la pared): 
Esta doble página (¡vertical!) es una de nuestras imágenes favoritas del libro, en el que Tom pregunta a las niñas piratas duras y rudas si puede ir él también con ellas: 
Y la capitana pirata dura y ruda ruge su respuesta: 



















Y por fin zarpa el barco, con su fabuloso camuflaje: 



















¡Atención a la panda de piratas adultos!












Y aquí está Tom ya de vuelta en su cama, dormido, con el barco que se aleja por la ventana. ¡Menuda aventura!












Lectura en voz alta
The Night Pirates es un libro que apetece siempre leer en voz alta. El estupendo ritmo, el cambio de volumen (del susurro al rugido y vuelta al susurro), la aliteración (hablo del inglés: "down, down, down, the dark, dark street they came"), la repetición tanto en palabras como en la propia estructura del cuento, los indicadores visuales para la lectura en voz alta, con el texto pequeño para las voces bajas o lejanas y el texto más grande a medida que se vuelve más alto o más cerca, hacen que el texto se lea solo, atrayendo y manteniendo sin esfuerzo la atención de los oyentes y animándoles a que participen. 

La magnífica ilustración a dos páginas en sentido vertical en la que Tom pregunta a las niñas piratas si puede acompañarles también añade algo a la experiencia de la lectura en voz alta, introduciendo un elemento físico (imaginaos un giro exagerado del libro para aumentar el efecto dramático) en la emoción.  

También tiene la cantidad justa de diálogo, con la posibilidad que ello ofrece para poner distintas voces (me temo que a mí la voz y el acento pirata sencillamente no me sale, por lo que en la grabación ni siquiera he hecho el intento). 

La estructura circular en la que las imágenes, los sonidos y las palabras con las que se sitúa la acción y se establece el tono al comienzo se reproducen luego al final, cerrando la aventura y el cuento, está ejecutada con maestría y hace más intensa si cabe la sensación de cansancio gustoso que se tiene después de toda buena aventura.  

¡The Night Pirates es muy, muy divertido! 

Se lo compramos a nuestro hijo cuando tenía aproximadamente 20 meses y le ha encantado desde entonces. Desde el principio, le encantó el susurro de "Silenciosos como ratones, sigilosos como sombras". Le gusta la exclamación ¡PIRATAS! en la doble página vertical y el grito de "Bienvenido a bordo" de la capitana pirata. 

También hay una página en la que hay tres dibujos que ilustran la casa-barco acercándose más y más y al 'Capitán Parche' observando, con cara confundida, que siempre ha llamado la atención de mi hijo y que luego le ha provocado la risa cuando anuncia que ha visto una casa y los otros piratas responden "Casas hemos visto todos. ¿A quién le importa?". 

Siempre le ha encantado el "temible rugido" del gato y, por supuesto, la maldición del Capitán Parche: "Como no me devolváis el tesoro, ¡me chivo a mi MADRE!". 

Pero creo que su parte favorita es al final del todo: "Y nadie se enteraría nunca ... [se pasa la página] ... ¿o sí?", que él acompaña, imitando a sus padres, con una caricia en la barbilla muy convincente. 

Es un gran libro para leer en voz alta a la hora de acostarse o a cualquier hora del día.  

Otra cosita
En una época en la que las librerías y editoriales (esto es especialmente cierto en Reino Unido; menos en España) clasifican la literatura infantil en literatura para niñas y literatura para niños (una clasificación espeluznante, irresponsable e idiota), me gustaría decir tres oles: ¡Ole, ole y ole! para este The Night Pirates por ser un libro de piratas para niñas y niños.  

(c) de todas las ilustraciones de este post, Deborah Allright, 2005. 
     

El jardín de Abdul Gasazi, de Chris Van Allsburg. ¡Llamando, llamando a editores en busca de cosas pendientes de publicar en castellano!

$
0
0
The Garden of Abdul Gasazi (El jardín de Abdul Gasazi), de Chris Van Allsburg
No hay edición en español.
Houghton Mifflin Company, 1979
Caldecott Honor Medal, 1980

Haz clic en la cubierta para escuchar cómo leemos nosotros The Garden of Abdul Gasazi (en inglés)


The Garden of Abdul Gasazi fue el primer libro que publicó Chris Van Allsburg (autor de los más conocidos, aunque quizás más como películas que como libros, Jumanji (versión en castellano de Fondo de Cultura Económica, 1995) y El expreso polar, (versión en castellano de Ekaré, 1988), entre otros muchos titulos. Es una inquietante aventura sobre la responsabilidad, el sentimiento de culpa, la magia y la realidad, que atrajo a mi hijo de inmediato y a su madre y a su padre más poquito a poco, pero también con intensidad.

El texto
Un día, la vecina del pequeño Alan Mitz, la señorita Hester, le pide un favor: hacer de canguro de su perro travieso, malo y no-para-quieto y sacarle de paseo por la tarde. Alan se toma su responsabilidad muy en serio y se pasa toda la mañana evitando heroicamente que Fritz le hinque los dientes a los muebles. El niño gana la batalla y al final los dos se quedan dormidos, agotados. Antes de rendirse al sueño, Alan se asegura muy bien de meterse el sombrero por debajo de la camisa para evitar que Fritz se lo coja y lo mordisquee.

Una hora más tarde, Fritz despierta a Alan de un bocado en la nariz, que el niño interpreta como señal de que debe ser la hora de su paseo. El perro sale corriendo, tirando de Alan. Al cabo de un rato, llegan a unas puertas, con una señal que dice: PERROS FUERA, NO DEBEN ENTRAR DE NINGUNA MANERA A ESTE JARDÍN, firmado ABDUL GASAZI, MAGO JUBILADO. Alan intenta pasar de largo, pero el perro se escurre de la correa y entra corriendo. Alan va corriendo detrás de Fritz, que se va adentrando más y más en el jardín, hasta que el niño le pierde de vista. Poco después llega a un claro, se asoma y ante sus ojos ve la impresionante casa del mago jubilado.

Nervioso, se acerca a la puerta y, antes de que haya tenido tiempo de llamar al timbre, Gasazi abre la puerta, le hace entrar y le dice 'Claro que te voy a devolver a tu pequeño Fritz', y le vuelve a llevar al exterior, hasta un grupo de patos. Uno de los patos se acerca. 'Aquí tienes a tu Fritz', dice Gasazi. ¡Llévate a tu ave y haz el favor de no volver'.

Alan está en un estado de shock y de confusión, pero cuando el pato trata de morderle la mano, piensa que al menos se ha llevado al pato correcto. Empieza a caminar hacia casa, preguntándose cómo va a explicarle todo a la señorita Hester, con la risa de Gasazi resonándole aún en los oídos, cuando de repente un golpe de viento se lleva su sombrero y el pato salo volando detrás... y vuela y vuela y sigue volando hasta que desaparece en la distancia.

El pobre Alan sigue caminado y pronto llega a la casa de la señorita Hester. Valiente, llama a la puerta y al abrirse, cuenta todo lo que ha pasado de un tirón. Pero entonces sale corriendo de la casa Fritz, con el morro lleno comida. Alan se siente tonto por haber sido tan inocente y promete que nunca le engañarán así otra vez.

Cuando se va, Fritz va corriendo hasta la señorita Hester y deja caer a sus pies el sombrero de Alan. "¡Qué malo eres! ¿Qué haces con el sombrero de Alan?", dice ella.

Las ilustraciones
Las ilustraciones en lápiz gris de Chris Van Allsburg en The Garden of Abdul Gasazi, casi obsesivamente detalladas, aportan una profundidad tridimensional a un texto ya de por sí encantadoramente atmosférico.

Aquí está Alan en el sofá y Fritz debajo del sofá, dormidos tras una agotadora mañana de correteo de un lado hacia otro:
Fíjate en el papel pintado y en la moqueta.
¡Cómo le gustan a Allsburg los diseñitos!




















Aquí está Alan, cayéndose por las escaleras y Fritz corriendo por delante 'ladrando de risa':
No se aprecia muy bien en la pantalla ni con esta resolución, pero la
hierba es absolutamente increíble. Me encanta el conejo a la derecha.






















Aquí está el mago Abdul Gasazi abriendo la puerta:
No sé tú, pero yo la piedra esa casi la toco y la siento.



















Esta es mi escena preferida. ¡Qué definición de personajes!
¿Cuántos diseñitos distintos identificas? 




















Y aquí esta Alan con Gasazi y el patito Fritz:
¿Y qué me dices del diseño de la bata de Gasazi?



















Merece mucho ver estas ilustraciones sobre papel (la editorial Houghton Mifflin es tan amable de ofrecérnoslas en un papel de la máxima calidad y se agradece).

Las ilustraciones están dispuestas de forma clásica, con una página para el texto y otra para la ilustración. El texto se sitúa dentro de un marco (con un diseñito de los suyos, ¡claro!):













Las ilustraciones tienen tanto detalle, que hay mucho que mirar. Hay un cuadro dentro de una de las ilustraciones (la primera ilustración de arriba, encima del sofá). El motivo del conejo blanco está presente no sólo en la ilustración donde el conejo observa la escena en la que Alan se cae por las escaleras; también aparece en la ilustración donde Gasazi le abre la puerta a Alan, en la que vemos dos conejos tallados en piedra en el marco de la puerta (por desgracia, en la imagen de arriba están cortadas). Pero el detalle más extraordinario de estas ilustraciones se encuentra en la representación de las texturas de todo: de la piedra, de la hierba, del cielo, de los tejidos, de las flores, de los cristales de las ventanas, de los troncos de los árboles.

Una de las cosas que más me llama la atención de las ilustraciones de The Garden of Abdul Gasazi es el papel que desempeña el cielo en la representación del paso del tiempo. Es casi como estar viendo las nubes moverse en uno de esos días de viento donde recorren veloces el cielo. A medida que progresa el día inicialmente soleado y claro, el cielo se va volviendo más oscuro, primero porque parece que va a llover, y luego porque empieza a atardecer.

A mi hijo le atrajo The Garden of Abdul Gasazi desde la primera vez que lo vio (tenía poco más de dos años cuando lo recibimos). Creo que una de las razones es que estas ilustraciones realmente parecen escenas en las que uno podría entrar. No sé qué es, pero la piedra es increíblemente sólida y los cojines del sofá son increíblemente mullidos. Puede que la formación inicial de Chris Van Allsburg como escultor explique algo acerca de cómo representa el volumen. De verdad que es asombroso.

Lectura en voz alta de The Garden of Abdul Gasazi

Lo primero que me llamó la atención de este libro fue la cantidad de texto que tiene para ser un álbum ilustrado. Mi reacción inmediata fue pensar que el texto podría ser más corto. Sin embargo, cuanto más lo leo más me alejo de esa postura (ver la sección "Qué nos gusta de The Garden of Abdul Gasazi" para leer más sobre esto). Es muy agradable leer cosas un poco más largas en voz alta (y a los niños, incluso a los más pequeños, les gusta también).

Así que es un tipo de libro de lectura más larga, tranquila. Leerlo en voz alta es también una experiencia diferente, un poco más como la lectura de un cuento corto. No tiene rima, no tiene repetición, no tiene los apoyaderos clásicos para la lectura en voz alta, y sin embargo ¡qué bien se lee! En este libro, creo que una de las cosas que ayuda a mantener la atención del oyente es el diálogo, que se utiliza poco pero de forma muy eficaz, un poco a modo de anclas a las que agarrarse. Esto, junto con las ilustraciones tremendamente atmosféricas (quizás tenga más texto que la mayoría de los álbumes ilustrados que se publican ahora pero desde luego que las ilustraciones son al menos la mitad de la historia), hace que capte con facilidad la atención de cualquier niño que esté de humor para embarcarse en una aventura misteriosa.

Siempre que lo leemos, mi hijo da un grito de emoción cuando Fritz le muerde la nariz a Alan, se muestra preocupado cuando el perro sale corriendo y entra en el jardín prohibido, se ríe de la idea de que un perro "ladre de risa" e intenta él emitir un ladrido de risa, se queda callado cuando Alan busca a Fritz, comparte la impresión de Alan ante la casa de Gasazi, vuelve a quedarse callado cuando aparece Gasazi, le fascina la idea de que Fritz pueda haberse convertido en pato, grita ¡No! cuando el pato Fritz sale volando con el sombrero de Alan y luego vuelve a callarse hasta el final, cuando riñe a Fritz con la señorita Hester "¡Qué malo eres!".

Qué nos gusta de The Garden of Abdul Gasazi

En primer lugar, es un título estupendo. El nombre de Abdul Gasazi te entra en la mente para no volver a salir nunca.

Me gusta que tenga bastante texto. Creo que la actual tendencia en álbumes ilustrados de 'no pasarse de las 500 palabras' no tiene razón de ser. Hay algunos álbumes ilustrados absolutamente maravillosos con menos de 500 palabras y hace falta tener un gran talento para escribirlos, pero no pasa nada tampoco si algunos tienen más palabras  -y el talento que hace falta para escribirlos no es menor-. Una de las cosas que este libro hace tan bien -desarrollar sus personajes- puede haber requerido esas palabras adicionales. Y menos mal que a Chris Van Allsburg se le permitió usarlas.

También me gusta mucho cómo aborda el sentido de la responsabilidad y el miedo a fracasar en una tarea de adultos (los padres de Alan no aparecen en la historia) y el hecho de que, hasta el final (cuando se nos dice que Alan se prometió a sí mismo que nadie le volvería a engañar de esa manera y se dijo a sí mismo que era demasiado mayor para creer en la magia), juega con la posibilidad de que la historia entera podría ser una pesadilla o incluso una mentira inventada por Alan para ocultar el hecho de que se quedó dormido y al despertar, se encontró con que Fritz había desaparecido.

Este es un libro de esos que mejoran con cada lectura.

P.S. Este es el único libro de Chris Van Allsburg que hemos leído. Acabo de descubrir que, al parecer, Fritz, el perrito de este libro, está escondido en todos sus libros. ¡Habrá que buscarlo!

(c) de todas las ilustraciones de este post, Chris Van Allsburg, 1979.

La casa encantada: ¡buen uso a los fantasmas!

$
0
0
The Haunted House (La casa encantada), de Kazuno Kohara
Macmillan Children's Books, 2008
(Edición Reino Unido)
Editado en EE.UU. bajo el título Ghosts in the House, por Roaring Brook Press, también en 2008.
Incluido en la lista anual de los diez libros infantiles mejor ilustrados del New York Times en 2008.

Haz clic arriba para escuchar cómo leemos nosotros The Haunted House (en inglés).

The Haunted House fue uno de los muchos libros que sacamos prestados de la biblioteca del pueblecito de Anstruther en Fife (Escocia) durante nuestra estancia de dos semanas el pasado verano, y el único que sacamos dos veces a petición (insistente) de mi hijo. Es un cuento de fantasmas muy sencillo y ni siquiera mínimamente "de miedo", con un atractivo inmediato, gracias en gran parte a los grabados en linóleo, impactantes y distintivos de Kazuno Kohara.

Descrito por Gregory Cowles en el New York Times como 'insistentemente no-irónico', The Haunted House no puede ser, formalmente, más tradicional, pero el modo en que aborda los fantasmas y el miedo es novedoso y bastante divertido. 


El texto
Cuando una niña y su gato llegan con su maleta a la vieja casa al borde de la ciudad adonde van a mudarse, el lugar parece estupendo, pero pronto descubren un pequeño problema. 'La casa está ... (pasamos la página)... ¡ENCANTADA!' Pero este aparente contratiempo no es tal para nuestra heroína, que da la casualidad que es una bruja y su gato, un gato de bruja, y a los dos se les da realmente bien cazar fantasmas y domarlos de un modo un tanto particular. 

Enseguida se ponen manos a la obra, se enfundan sus elegantes conjuntos de bruja y gato de bruja y emprenden la caza de fantasmas. Los van metiendo todos en una cesta de la colada, los llevan a la lavadora, los lavan con un ciclo especial de suavizado de fantasmas y salen, listos para ser colgados para secar y luego asumir diversos papeles como cortinas, manteles y los dos últimos, ya al final del día y del cuento, como sábanas calentitas. Y vivieron felices y comieron perdices.  

Las ilustraciones 
Las ilustraciones de Kazuno Kohara son grabaciones en linóleo con mucha fuerza expresiva, en un rojo anaranjado intenso, un negro oscurísimo y un blanco traslúcido fantasmagórico intrigante (no lo puedo confirmar, pero veo que diversas fuentes afirman que el blanco traslúcido lo consigue Kohara con papel de arroz aplicado a modo de collage sobre el grabado). 

La historia se cuenta en su totalidad mediante las ilustraciones (el texto no añade nada a la historia en sí, más bien sirve de acompañamiento amable).  

Las ilustraciones realmente hablan por sí mismas:  
La niña y su gato llegando a la casa


¡Qué susto! (atención a la expresión del fantasma,
casi más aterrada que la de la niña o el gato).




Empieza la caza de fantasmas, con sus
atuendos de bruja y de gato de bruja puestos

¡Al menos uno de los fantasmas parece bastante
contento dentro de la lavadora!
La nueva función de los fantasmas, como cortinas
Vamos a comer algo en nuestro
mantelito fantasmagórico
Y siento mucho la malísima calidad de la última imagen, captada con mi móvil con la lente un poco mugrienta, pero es que nos encantan los conjuntos colgados en la pared, y en general la escena completa.

Sábana-fantasmas, niña y gato felices.
Lectura en voz alta de The Haunted House
 (en inglés)

Como he dicho en la sección de las Ilustraciones, el texto de The Haunted House es un acompañamiento al cuento contado a la perfección en la secuencia de imágenes. Así que una parte importante de la lectura en voz alta es señalar cosas en las ilustraciones.

Leer en voz alta este libro es tan sencillo que casi se lee solo, y es perfecto para prelectores que empiezan a jugar a leer en voz alta.

Tiene un "efecto especial" de lectura en voz alta, con el suspense creado mediante la frase cortada entre la primera doble página y la segunda: 'La casa estaba... ¡ENCANTADA!' (una forma muy muy sencilla pero muy muy eficaz de crear suspense para niños muy pequeños, y que hará que griten "¡encantada!" a partir de la segunda lectura).

Es otro cuento perfecto para leer antes de irse a  dormir, con todos yéndose a la cama y viviendo felices y comiendo perdices al final.

Qué nos gusta de The Haunted House
Somos muy muy fans de los conjuntos de bruja y de gato de bruja. Pero muy fans. Creo que es lo primero que señaló mi hijo.

Nos gusta mucho la idea de que lo que necesitan los fantasmas para dar un poco menos de miedo es un buen lavado y una función decente en la vida.

También nos gusta la idea de que lo que debemos hacer con nuestros temores es mirarlos a la cara, domarlos y no tomarlos demasiado en serio.

Mi hijo presta mucha atención al gato y a cómo ayuda a la bruja o cómo se asoma por encima de su hombro cuando ella está leyendo.

¿He dicho ya que nos encantan sus conjuntitos?

(c) de todas las ilustraciones de este post, Kazuno Kohara, 2008.

Amandina (o cómo una cucaracha aburrida salva el día)

$
0
0
Amandina, de Sergio Ruzzier
Neal Porter Books
Roaring Brook Press, 2008
No se ha editado en castellano


Haz clic arriba para escuchar cómo leemos nosotros Amandina (en inglés).

Descubrí el libro Amandina echando un vistazo a qué había publicado Neal Porter Books, de Roaring Brook Press (Macmillan), en los últimos años. Será porque estoy en Europa y porque es bastante reciente la atención que presto a quién edita qué en libros infantiles, pero no había oído hablar de este sello antes de leer la versión en inglés de Un día diferente para el Señor Amos. Desde entonces, procuro estar siempre al acecho, pendiente de qué sacan para no perdérmelo.

La cubierta de Amandina te atrapa a la primera, con esa perrita sin pretensiones, de orejas alargadas y caídas y en general no demasiado agraciada, de pie sobre un escenario. Pero por dentro, las páginas hacen magia y convierten esa atracción e intriga inicial en una historia de amor en toda regla con esta perra tímida de múltiples talentos que protagoniza el espectáculo. Amandina es amor a primera vista que se refuerza con cada lectura.

El texto
Amandina es la historia de una perrita llamada Amandina Goldeneyes, con una lista de talentos increíble: baila, canta, actúa y hace acrobacias. Lo único es que, al ser tan tímida, nadie conoce sus talentos. Un día, mientras camina por el paseo marítimo, "como siempre, sola", Amandina decide poner fin a semejante tontería y montar por fin un espectáculo para darse a conocer. Alquila un viejo teatro destartalado, lo arregla ella sola, confecciona todo el vestuario, diseña los decorados y el attrezzo, pega carteles y envía invitaciones anunciando su gran espectáculo.

La víspera del gran día, Amandina sueña con un teatro repleto y con aplausos infinitos. Está perfectamente preparada para la gran ocasión, excepto para que se abran las cortinas y encontrarse con que nadie ha venido. Por un momento, se pregunta qué hacer, pero luego decide seguir adelante con lo previsto, aun sin público. Empieza con un prólogo fantasioso. Una cucaracha que anda por el teatro "sin planes para esa noche" ve el principio del magnífico espectáculo y queda prendado. Llama a todos sus amigos, que van llegando y se van sentando en silencio, asombrados por los talentos de la perrita, para presenciar el resto del espectáculo: una pantomima cómica, una versión abreviada de La bella y la bestia, un concierto de música, canciones y bailes folclóricos de todo el mundo, un número de magia y una increíble proeza acrobática como apoteosis final. Cuando Amandina levanta la cabeza después de hacer su reverencia final, y oye un estruendoso aplauso, es una perrita muy feliz.

Las ilustraciones
Las ilustraciones en pluma y tinta y acuarelas de Sergio Ruzzier destacan de inmediato por tener una fuerte personalidad propia y por ser marcadamente reconocibles. Utiliza los colores de forma bellísima, con una paleta cálida pero suave de verdes, azules, ocres, rojo rosado y naranjas que se va repitiendo y que con toda probabilidad parece más estridente en la pantalla que en el excelente papel del libro. Aun así, creo que la riqueza de las ilustraciones puede apreciarse en pantalla.

Voilà Amandina Goldeneyes en la primera escena (¿no es especialmente bonito ese verde?):
Y aquí está el viejo teatro que arregla ella solita:




















Aquí está Amandina cortando tela para su vestuario:
El teatro descorazonadoramente vacío:





















¡Echa un vistazo al "prólogo fantasioso"! (y al azul tan bonito de las cortinas)

Y esta versión abreviada de La bella y la bestia tiene muy buena pinta: 






















El concierto de musica:




















Cantes y bailes folclóricos:


¡Podría seguir reproduciéndolas todas! Cada ilustración de Amandina tiene algo especial, pero tendré que dejar algo para la imaginación. A mí personalmente me encanta la escena de la cucaracha sentada en un asiento recién salida de una raja en la tapicería. Y la última escena con todo el público aplaudiendo y Amandina con una flor triunfal es fantástica. Juzgad por vosotros mismos, pero creo que estaréis de acuerdo en que estas ilustraciones son muy especiales.

Lectura en voz alta
Amandina es una prueba de que aunque la rima, el ritmo y la posibilidad de poner voces tontas ayudan a la hora de leerle a los niños (hablo de niños muy pequeños), si la historia es lo suficientemente potente e intrigante y el personaje está desarrollado con fuerza a través de las ilustraciones, no son ni mucho menos requisitos necesarios para el disfrute de la lectura en voz alta con los más pequeños.

Claro que la musicalidad en inglés del nombre de la heroína, Amandina Goldeneyes, no está de más. Solamente con mencionarlo, mi hijo sonríe.

Pero la lectura de Amandina en voz alta es quizás más una cuestión de compartir las ilustraciones, señalando los detallitos y de dejarse cautivar por la propia perrita, un personaje muy bien desarrollado que atrajo a mi hijo desde el primer momento, desde que la vio en la cubierta.

A mi hijo (que ahora se acerca a los tres años) le encanta mirar y comentar todas las escenas donde Amandina está arreglando el teatro y preparando el espectáculo. "¿Qué está haciendo aquí?" "¿Y aquí?" "¿Y aquí?". Le encantan los animales de la escena del sueño, entre los que figuran un oso, un flamenco, un elefante, un león, un ciervo, un cocodrilo y un par de delfines. "¿Dónde está el agua?". Una de sus escenas favoritas es la de los pies aniñados de la perrita Amandina asomando por debajo de las cortinas del escenario. Pregunta "¿Qué ha pasado?" cuando ve el teatro vacío y se ríe cuando aparece la cucaracha. Y, claro está, le encanta participar en los gritos y aplausos del final.

Amandina es un libro tranquilo que merece una celebración escandalosa.

Otras cosas que nos gustan de Amandina
Amandina fue un éxito inmediato con todos nosotros, padres e hijo. Ahora diré algo acerca de por qué les gusta a los adultos de la casa, pero me lanzo a conjeturar la razón por la que mi hijo sintió una atracción tan inmediata por esta perrita: los ojos de Amandina no están simplemente humanizados, son inconfundiblemente ojos de niño/a en su expresión de incertidumbre, determinación, preocupación, concentración y disfrute. Estoy segura de que los niños captan esto a la primera.

A los adultos de la casa les gusta Amandina porque logra contar un cuento sobre el enfrentamiento a la timidez o a la inseguridad sin lanzar grandes mensajes y sin ser cursi. También nos gusta verlo como un himno a seguir haciendo lo que a uno le gusta o quiere hacer, incluso si nadie escucha ni presta atención. Nunca se sabe qué cucarachas pueden estar rondando por detrás del sofá.

Si lees inglés, puedes descubrir más acerca de Sergio Ruzzier en esta entrevista de 2008 realizada por Jules Danielson para el estupendo blog Seven Impossible Things Before Breakfast.


(c) de todas las ilustraciones de este post, Sergio Ruzzier, 2008.
(c) del texto, Ellen Duthie. Cópialo o reprodúcelo, pero sé buena gente e incluye la fuente (autora y blog).

La cocina de noche: ¡Más leche, sí, más leche! ¡Más leche en el pastel!

$
0
0
La cocina de noche, de Maurice Sendak, 1970.
Título original: In the Night Kitchen
Edición en castellano: Alfaguara, 1987 (agotada, ¿cuándo cuándo cuándo lo reeditará alguien?)
Traducción: Miguel Azaola



Haz clic arriba para escuchar cómo leeríamos nosotros La cocina de noche si lo tuviéramos en castellano.

Haz clic aquí para escuchar cómo solemos leer nosotros La cocina de noche (en inglés):


Haz clic aquí para escuchar nuestra "superproducción" de La cocina de noche con música y a tres voces (en inglés):



Es difícil hablar de La cocina de noche de Maurice Sendak sin dejarse llevar por el entusiasmo. La elasticidad y fluidez del ritmo, los elementos de canto-mantra -¡más leche! ¡más leche! ¡más leche en el pastel!- y la permanencia de las imágenes en nuestra mente hacen de La cocina de noche  uno de esos libros que no se olvidarán jamás. Es un libro redondo, redondo, redondo.  

Al menos en nuestro caso, esta reacción entusiasta fue inmediata, tanto en el caso del niño como en el de los adultos. Se lo compramos a nuestro hijo antes de cumplir dos años y ha sido uno de sus libros favoritos (y de los nuestros también) desde la primera lectura. No ha sido desterrado ni una sola vez al montón de libros caídos en desgracia temporal (otros libros disfrutan de periodos de gloria seguidos de periodos de ostracismo antes de volver a la gloria, en función de cambios de humor y de intereses y de la atracción natural por la pila de libros recién llegados).


El texto
La cocina de noche es un relato del sueño de un niño pequeño. Miguel se cae de la cama, hundiéndose entre las sombras y perdiendo su ropa por el camino hasta que aterriza en la masa que hay en la ruidosa cocina donde tres cocineros con cara de Oliver Hardy lo confunden con la leche, lo mezclan con la masa y lo meten al horno para hacer un pastel. Pero a mitad del proceso, Miguel se asoma, ahora ya con un traje de piloto hecho de masa y les explica el error, antes de dar un salto y caer en una masa de pan, que moldea hasta formar una avioneta, dejando abajo a los pasteleros pidiendo desesperados leche para su pastel. Vuela hacia arriba y sobrevuela un impresionante paisaje neoyorquino con edificios hechos de paquetes, frascos y botellas de comida y llega a lo alto de una enorme botella de leche, se zambulle y vuelve a subir con una jarra llena de leche y la vierte al enorme cuenco de masa que sostienen los pasteleros abajo. Entonces Miguel lanza un kikirikiiiii triunfante y se desliza por la botella hacia abajo hasta su cama, "seco y limpio de masa".

"Y es así como, gracias al bueno de Miguel, en cada desayuno podéis comer pastel".  

Nos encanta la lógica perfectamente ilógica de los sueños que se refleja en el libro, flotando, cayendo y subiendo para después volver a bajar y dormirse al final. Qué círculo tan satisfactorio.  

Las ilustraciones
El azul profundo del cielo nocturno estrellado e iluminado con luz artificial de La cocina de noche tiene un papel importante en el libro, estableciendo una sensación contagiosa de excitación ante el misterio de las cosas que ocurren de noche. Es una sensación que pudimos tener de niños y quizás sigamos teniendo de adultos al pensar qué ocurre en el mundo una vez que nosotros nos retiramos a dormir.

La única doble página sin palabras del libro, con Miguel sobrevolando la
'vía láctea' y los pasteleros buscando leche. 


Las ilustraciones nostálgicas en pluma y tinta y acuarelas para La cocina de noche se enmarcan en paneles estilo cómic de distintos tamaños, con cajas y bocadillos de texto y muchísimos, muchísimos detalles en los que fijarse en cada lectura.

Éstas son algunas de nuestras escenas favoritas de La cocina de noche. (Éstas son de la versión original inglesa porque me ha sido imposible conseguir imágenes de la española).  
Mandando a callar a los que están armando ruido




El comienzo de la caída





















El aterrizaje



































Los pasteleros/brujas con cara de Oliver Hardy preparando su masa/poción


































Explicando la confusión: ¿no ves que soy un niño y me llamo Miguel? 



































El piloto Miguel



































Vertiendo


































¡El canto favorito de nuestro hijo! ¡Y ese pastelero tocando la cuchara-banjo!
Triunfante






















Un niño dormidito














































Sendak incluyó muchos homenajes y tributos en La cocina de noche, algunos pequeños, algunos más grandes; algunos evidentes y otros menos; algunos totalmente privados y otros más públicos.  

El estilo y el diseño de las páginas son un homenaje directo a las tiras de cómic magníficamente surrealistas de Winsor McCay llamadas Little Nemo in Slumberland, que a menudo comienzan y siempre acaban con Nemo en la cama y contienen muchas escenas donde Nemo cae, vuela, flota, señalándose a veces la comida que ha ingerido antes de dormir (dónuts, tarta de pasas, sardinas...) como la culpable de sus sueños raros.

Los pasteleros son Oliver Hardy ("No podía utilizar a Laurel porque no podía incluir a un delgaducho", dice Sendak en el documental Tell Them Anything you Want), pero también son los pasteleros de un anuncio de su niñez que sirvió de inspiración para La cocina de noche, con su slogan "We bake while you sleep" (Nosotros horneamos mientras tú duermes). No he encontrado ese anuncio en concreto, pero aquí están los mismos pasteleros regordetes en otro anuncio de la época: 

Y también son un poco Hitlerianos con sus bigotes y con sus hornos. ¿Y quizás un poco brujas con sus grandes cuenco-calderos? 

Otro aspecto divertido de las ilustraciones es mirar todos los nombres de los edificios de lata, botella y frasco, donde Sendak incluyó referencias a productos de la alacena de su niñez. 

Pero lo realmente especial de estas ilustraciones es su viveza y las imágenes tan potentes que contienen. Son el tipo de imágenes que se quedan contigo para siempre. Y, como dije al principio de esta sección, estoy convencida de que la luz nocturna es una de las principales responsables de que el libro te atrape tanto. Casi se siente el ruido dentro del silencio. Y formas parte de ese ruido mientras dura.  Zzzz. 

Lectura en voz alta
[Esta sección está escrita pensando en el texto en inglés, que es como lo leemos nosotros, pero la traducción que incluyo es la castellana que cito arriba y en lo posible he adaptado los comentarios a la versión en castellano].

La cocina de noche es uno de los mejores libros para leer en voz alta que he tenido el placer de conocer.

Sendak inicia el cuento con una frase extraordinaria. (Donde viven los monstruos y Outside Over There -éste último, que yo sepa, no se ha traducido al castellano- son otros dos ejemplos de primeras frases increíbles). Consigue una rima y un ritmo deliciosamente libres y sobrios en gran medida mediante la ruptura de todas las convenciones existentes, estirando frases página tras página y haciéndote perder el camino por un instante para luego cogerte de la mano con cariño y llevarte a la satisfactoria vuelta al ritmo que había roto. Ay. Sí que me gusta, sí.

Os hablo de la versión inglesa pero la versión en castellano replica bien lo que digo:

'¿Os ha contado alguien la historia de Miguel, que oye de noche un ruido detrás de la pared y da un grito ¡Silencio! ¡Callarse de una vez! y se hunde entre las sombras, y la luna le mira mientras sus padres duermen y aterriza en la masa que había en la cocina?'

La cocina de noche, especialmente en la versión en inglés, también tiene mucho canto juguetón. En la versión en inglés, Sendak consigue algo realmente extraordinario. Es como si te diera la melodía con sus palabras y su ritmo. Nosotros lo cantamos como en la grabación en inglés. Seguro que otras personas lo cantan de forma distinta, pero dudo que alguien haya tenido que pensar mucho en cómo cantarlo. Fluye con asombrosa naturalidad: 'Milk in the batter! Milk in the batter! Stir it! Scrape it! Make it! Bake it!' Aquí en la versión en castelllano, aunque el ritmo es estupendo y la solución buena, se pierde el aspecto "cantado", por lo que resulta un poco diferente si bien no menos divertido: "Más leche, sí, más leche, más leche en el pastel! Batimos y amasamos... ¡y al horno con él!

Si añadimos a los cantos, las exclamaciones de Mickey:
'¡Silencio! ¡Callarse de una vez!'
'¡No soy leche, ni soy ningún pastel! ¿No ves que soy un niño y me llamo Miguel!'
'¿Por qué tanto jaleo? ¡Hoy os traerá la leche el piloto Miguel!'

Y por supuesto, el
'¡Ki-kiri-kiiii!'

Es fácil imaginar en qué grado La cocina de noche invita a los niños a participar.

A mi hijo y a todos los demás niños a los que se lo he leído les ha parecido divertidísimo y empezaron a participar desde la primera lectura.

Una de las partes favoritas de mi hijo es: 'Pero en medio del humo, del calor, del olor, del perfume mejor, (mi hijo suele añadir cosas a la lista y se troncha) aparece Miguel saliendo del pastel...".

Otro elemento que enriquece el ritmo del texto de una manera muy interesante son los pequeños efectos sonoros y exclamaciones secundarias insertadas en las ilustraciones (Plam, Pam, Bam, Tam, Pom, ¡oh!, ¡Mamá! ¡Papá! Aaah, ¡Oh!, ¡Ah!, Aaah, ¡Hummm!) que, al leerlo en voz alta uno puede optar por leer insertado en el texto o no, pero funcionan de maravilla cuando se incluyen en el flujo de la lectura:

'¿Os ha contado alguien la historia de Miguel [plam], que oye de noche un ruido detrás de la pared [pam, bam, yam] y da un grito ¡Silencio! [pom] ¡Callarse de una vez! y se hunde entre las sombras, y la luna le mira [¡oh!] mientras sus padres duermen [¡Mamá! ¡Papá!] y aterriza en la masa que había en la cocina?'

La traducción
¿Cómo es posible que un libro tan bueno y tan importante en la historia de la literatura infantil, y con una traducción tan buena y trabajada, lleve años agotado y sin reeditarse en español?

No sólo no se reedita, sino que no es nada fácil conseguirlo, ni siquiera en bibliotecas. (Por eso tengo que dar las gracias a Laura Gonzalvo, de Críos, libros y cía, por hacerme el enorme favor, sin conocerme de nada, de copiar a mano el texto en la biblioteca de la UAB y pasármelo por email. ¡Gracias, de nuevo!).

La traducción de un libro como La cocina de noche no es una tarea sencilla y es de agradecer que en esta ocasión se la encargaran al estupendo Miguel Azaola. La traducción es magnífica y algunas de las soluciones encontradas realmente ingeniosas.

De la versión en castellano, me encanta:

"y se hunde entre las sombras y su ropa se pierde y la luna le mira mientras sus padres duermen"
("and fell through the dark, out of his clothes, past the moon & his Mama and Papa sleeping tight" -literalmente "y se cayó por la oscuridad, escurriéndose de su ropa, pasando por delante de la luna y de su Mama y Papa durmiendo en paz")
donde el ritmo de la frase en la traducción casi replica la respiración cuando uno duerme. Perfecto.

"¡Ni soy leche, ni soy ningún pastel! ¿No ves que soy un niño y me llamo Miguel?"
("I'm not the milk and the milk's not me! I'm Mickey! -literalmente "Ni soy yo la leche ni la leche soy yo. ¡Soy Miguel!)

Si algo echo en falta (pero eso es sin duda por lo acostumbrada que estoy a leerlo en inglés) es el aspecto cantarín. En español, tiene mucho ritmo, es muy divertido de leer, pero los cantos no salen tan cantados al leerlo. Aunque en español también se repiten "más leche" y más leche en el pastel", como elementos para acentuar e infundir ritmo (como en el inglés se repite milk (leche) y milk in the batter (leche en la masa), en la versión española el resultado no sale cantado, sino más gritado. Esto es más una observación que una crítica; una constatación de que la experiencia de leerlo en voz alta resulta un tanto distinta:

¡Más leche, sí, más leche en el pastel! Batimos y amasamos... ¡y al horno con él!
(Milk in the batter! Milk in the batter! Stir it! Scrape it! Make it! Bake it! -literalmente "¡Leche en la masa! ¡Leche en la masa! ¡A remover! ¡A rebañar! ¡A cocer! ¡A hornear!)
[...]
"¡Quieto! ¡Oye! ¡Necesitamos más leche para hacer el pastel!"
(Milk! Milk! Milk for the morning cake! -literalmente: ¡Leche! ¡Leche! ¡Leche para el pastel! [matutino])

[...]
"¡Más leche, sí, más leche! ¡Más leche en el pastel! Cocemos y doramos y ¡así nos sale bien!"
(Milk in the batter! Milk in the batter! We bake cake and nothing's the matter! -literalmente "¡Leche en la masa! ¡Leche en la masa! ¡Vamos a cocer que aquí no pasa nada!)

Algo parecido ocurre con la siguiente frase "cantada" por Mickey/Miguel:

"¡qué bonito flotar entre la leche blanca! ¡Viva la blanca leche y viva yo también!"
(I'm in the milk and the milk's in me. God Bless Milk and God Bless Me! -literalmente "Yo estoy en la leche y la leche está en mí. Dios bendiga la leche y dios me bendiga a mí." [un eco de la aclaración I'm not the milk and the milk's not me! -que aparece unas páginas antes])  

En la versión española de este "canto" a mí no me ocurre como en el inglés (como mencionaba en la sección anterior sobre lectura en voz alta), donde es como si Sendak te diera la melodía con sus palabras y su ritmo.  Cuesta más encontrarla. Pero como digo, bien puede ser por lo acostumbradísima que estoy a leerlo en inglés.

¡Lo dicho! La traducción es excepcional y no sé a qué se espera para reeditarlo ¡ya!

Otros comentarios acerca de La cocina de noche
  
Nos encanta cómo el potencial horror de que a un niño pequeño se le cueza en un horno se enmarca de forma totalmente natural -¿podría incluso ser divertido? - y cómo Miguel se rescata a sí mismo haciéndose con el control y amoldando la masa y su sueño para adaptarlos a sus deseos y eliminar sus temores. 

He decidido no hablar sobre la ridícula censura de La cocina de noche porque no tengo mucho que añadir al respecto. Creo que esta cita de Sendak lo dice todo: 'Miguel tiene pene. ¡Dios mío! ¿Quién hubiera pensado que una cosa así podría pasarle a un niño?' 

Cuando escribí este post (esta nota la edito en diciembre de 2012) incluí un regalito para el final: un vínculo a youtube de una magnifica peliculita de La cocina de noche dirigida por Gene Deitch en 1987, narrada por Peter Schickele. Desde entonces, parece que se ha eliminado ese contenido de youtube y por lo que veo, de cualquier otro sitio en el que estaba disponible en su día. Seguiré al tanto y si lo vuelvo a encontrar, lo volveré a incluir. Hasta entonces, podéis escuchar cualquiera de las tres grabaciones de arriba. Que las disfrutéis. 

(c) de todas las ilustraciones de este post, Maurice Sendak, 1970. 
(c) del texto en este post, Ellen Duthie, 2012. Cópialo o reprodúcelo, pero sé buena gente y cita la fuente (autora y blog). 

Otras reseñas y lecturas en voz alta de libros de Maurice Sendak en Lo leemos así:






Se venden gorras: ¡Shss Shss Shss!

$
0
0
Se venden gorras. La historia de un vendedor ambulante, unos monos y sus travesuras. 
Relatado e ilustrado por Esphyr Slobodkina, 1940.
Título original: Caps for Sale. A Tale of a Peddler, Some Monkeys and Their Monkey Business
Edición en español: HarperCollins Publishers. Reading Rainbow Book.
Traducción: Teresa Mlawer




































Haz clic arriba para escuchar cómo lo leeríamos nosotros si lo tuviéramos en español. 

Haz clic a continuación para escuchar cómo lo leemos nosotros (en inglés)



Basado en un cuento folclórico, Se venden gorras nos trae una historia perfectamente circular con repetición, coros, ruidos graciosos, movimientos corporales divertidos para acompañar a los ruidos y monos. ¡Muchos, muchos monos muy, muy traviesos! ¿Qué más se puede pedir?

La idea de una rica siesta en mitad del día, ira y frustración con las que uno puede identificarse, humor y también mucho contar (del de uno, dos, tres). ¡Se venden gorras lo tiene todo!

El texto
Un vendedor ambulante increíblemente peripuesto con un bigote estupendo anda de un lado a otro de un pueblo con una sola calle, con una torre de gorras de colores apiladas en su cabeza gritando '¡Gorras! ¡Se venden gorras! ¡Cincuenta centavos cada gorra!' No parece que nadie quiera comprar una gorra, así que decide dar un paseo y sale del pueblo, erguido, caminando con mucho, mucho cuidado para que no se caigan las gorras.

Al cabo de un rato encuentra un árbol grande y cómodo para echarse una siestita. Se sienta y despacio, despacio se apoya en el tronco. Luego verifica que todas sus gorras siguen allí antes de quedarse dormido. Cuando se despierta, se toca la cabeza para ver si siguen allí pero sólo siente una, la suya de cuadros. Mira por todos lados pero no las encuentra, hasta que por fin alza la vista y ¿qué ve en el árbol? Dieciséis monos descarados con dieciséis gorras de colores mirándole sonrientes.

En su intento por recuperar sus gorras, prueba con reñirles con el dedo, (los monos le contestan también con el dedo: "¡Shss, shsss, shsss!"), amenazándoles con el puño (los monos mueven también el puño y le contestan  "¡Shss, shsss, shsss!", y pataleando (los monos patalean también y vuelven a decir "¡Shss, shsss, shsss!").

El vendedor ambulante está tan desesperado y cabreado que se quita su gorra de cuadros, la tira y empieza a alejarse. Pero entonces ¿qué hacen los monos? En un ejercicio de mímica perfecta, se quitan también ellos sus gorras y las tiran al suelo. El vendedor ambulante recupera sus gorras, se las vuelve a apilar en la cabeza y camina de vuelta al pueblo gritando '¡Gorras! ¡Se venden gorras! ¡Cincuenta centavos cada gorra!"

Las ilustraciones

Las originales ilustraciones en pintura y collage de papel de la artista e ilustradora Esphyr Slobodkina para Se venden gorras tienen una magnifica gama de rojo anaranjado, azul turquesa, verde mostaza y ocre, con líneas y figuras sencillas para el vendedor ambulante, los monos y el paisaje.

Son unas imágenes memorables y los colores son un verdadero manjar visual.

Éstas son algunas de nuestras ilustraciones favoritas de Se venden gorras: 


Nuestro amigo, sus gorras, la calle. 


La hora de la siesta

Con el dedito: "Oiganme bien, monos. ¡Devuélvanme las gorras!"

Con el pie
Desesperadamente cabrado
Gorras recuperadas
De vuelta al pueblo, despacito despacito. 

Para nosotros, el vendedor ambulante de Esphyr Slobodkina se ha convertido en otro personaje de nuestra casa-teatro.

Como artista, Slobodkina fue una de las fundadoras del grupo AAA (Artistas Abstractos Americanos). Como ilustradora fue la primera persona que experimentó con la técnica del collage en álbumes ilustrados y se considera que tuvo una gran influencia en figuras posteriores del álbum ilustrado como Leo Lionni y Eric Carle, por nombrar a dos de los más evidentes. Si te interesa, puedes leer más acerca de Slobodkina aquí (en inglés).

Lectura en voz alta

Leer Se venden gorras es muy divertido para lectores y oyentes. Como he dicho al inicio, sencillamente lo tiene todo. Tiene repetición, tanto en la estructura circular (alejándose del pueblo y luego regresando a él) y en frases y coros, ruidos graciosos y muchísimos movimientos corporales imitables que lo hacen incluso más divertido para niños pequeños.

No son sólo los movimientos de dedos, de puños y de pies, es también la verificación de que siguen allí todas las gorras ("Tanteó con la mano y se aseguró de que las gorras estuvieran bien colocadas: primero su gorra de cuadros, luego las grises, las marrones, las azules y encima de todas, las rojas"), que visualmente es muy divertido, con la mano del lector estirándose cada vez más hasta la cima de la torre, o el buscar por todos lados las gorras  ("Buscó a su derecha... y nada. Buscó a su izquierda.... y nada. Buscó a sus espaldas... y nada.)

Es interactivo por la participación, repitiendo palabras: "Oiganme bien, monos. ¡Devuélvanme las gorras!", y luego la parte favorita de la respuesta de los monos de "shss, shss, shss". Pero también es interactivo porque pueden levantarse e imitar al vendedor o a los monos, dependiendo de lo que les apetezca.

También hay muchas oportunidades para señalar colores y contar. Hace gracia que el vendedor lleve puestos exactamente 17 gorras incluida la suya y que aparezcan exactamente 16 monos para mangarle todas excepto la suya.

Todo ese caminar despacito, despacito para mantener el equilibrio de las gorras también da mucho juego.

"¡Gorras! ¡Se venden gorras! ¡Cincuenta centavos la gorra!"

¡Nos encanta!


Qué nos gusta de Se venden gorras

El hecho de que el vendedor tenga unas pintas tan tan arregladitas multiplica el humor del momento en que pierde los papeles, con el dedito, el puño y los pisotones. Nos gusta.

Tiene ira y frustración con la que uno puede identificarse (hablo tanto de adultos como de niños), pero luego saca el humor y la ridiculez del enfado. Eso también nos gusta.

A mí me gusta particularmente el hecho de que Se venden gorras hace que los niños pasen de identificarse con el vendedor ambulante a identificarse con los monos y luego de nuevo con el vendedor. Se identifican con la pérdida del vendedor primero, antes de dejarse seducir por la diversión traviesa de los monos, para luego volver a identificarse con el vendedor, queriendo que consiga recuperar sus gorras y vuelva al pueblo con ellas. Su identificación tanto con el vendedor como con los monos es el motivo por el que les parece tan rematadamente gracioso.

¡Shss, shss, shss!


(c) de todas las ilustraciones de este post, Esphyr Slobodkina, 1940, copyright renovado en 1968.
(c) del texto, Ellen Duthie. Cópialo o reprodúcelo, pero por favor, sé buena gente y cita la fuente (autora y blog).

Yo quiero mi gorro: Y no me hagas más preguntas.

$
0
0
Yo quiero mi gorro de Jon Klassen
Traducción: Jesús Ortiz
Milrazones, 2012
Título original: I Want my Hat Back
Nuestra edición: Walker Books, 2011. 




Haz clic arriba para escuchar cómo leeríamos nosotros Yo quiero mi gorro si lo tuviéramos en español.


Haz clic aquí para escuchar cómo leemos Yo quiero mi gorro (en inglés): 


El primer libro tanto escrito como ilustrado por Jon Klassen, Quiero mi gorro, es un debut que nos provoca un rugido: ¡Queremos máaaaaaaaaaaaaas!


Yo quiero mi gorro tiene una estructura repetitiva, con diálogos que se reproducen casi idénticos pero con pequeños cambios, que ayudan al disfrute de la lectura en voz alta. Por otro lado, los recursos de la tensión y del tiempo se usan con una maestría poco habitual para lograr efectos narrativos y cómicos potentísimos.


Es una historia encantadoramente sinvergüenza y sutil que se relata mediante unas ilustraciones y un diálogo engañosamente sencillos y que cautiva a pequeños y grandes lectores a muchos niveles distintos. Contiene muchos agradecimientos, unas mentiras muy poco convincentes, un cerebro - o dos- penosamente lentos, una doble página magistral en la que se masca la tensión al más puro estilo Western y un final refrescantemente inmisericorde y bastante, bastante gracioso.  


El texto (atención: se desvela el final, bueno, casi...)
Un oso ha perdido su gorro y se siente desesperado y perdido sin él. Va caminando por el bosque y preguntándole a todos los animales con los que se encuentra si han visto su preciado gorro. El zorro y la rana no se enrollan: no lo han visto. El conejo (los lectores advertimos que lleva puesto un precioso gorrito picudo rojo) se explaya más: "No. ¿Por qué me lo preguntas? Yo no lo he visto. No he visto ningún gorro en ningún lado. Yo nunca me atrevería a robar un gorro. Deja de hacerme preguntas". El oso da las gracias a cada uno de ellos y sigue andando. La tortuga no ha visto el gorro pero acepta la ayuda del oso para subirse a una roca. La serpiente vio una vez un gorro azul y redondo, pero ése no es el gorro que busca nuestro amigo. El armadillo ni siquiera sabe qué es un gorro.  

Deprimido, se echa en la tierra y mira hacia el cielo. "Pobre sombrero. Lo echo tanto de menos". Entonces aparece el ciervo y le pregunta cómo es su gorro. Tan pronto como el oso empieza a describir el gorro se acuerda de dónde lo ha visto, o más bien, de sobre quién lo ha visto. Se levanta de un salto y vuelve a pasar corriendo a todos los animales, que ahora son espectadores, todos en fila, hasta que llega al ladrón y recupera su gorro. "Me encanta mi gorro". 

Mediante una elípsis se nos cuenta el resto de la historia y, cuando una ardilla viene y le pregunta al oso feliz y con el gorro puesto si ha visto a un conejo con un gorro, la respuesta del oso resulta familiar: "No. ¿Por qué me lo preguntas? Yo no lo he visto. No he visto a ningún conejo en ningún lado...". 

Las ilustraciones
Las ilustraciones de Yo quiero mi gorro son figuras de líneas sencillas sobre fondo claro, con un attrezzo mínimo compuesto de unas hojas y alguna que otra mala hierba. El cuento se relata en colores sobrios (tonalidades grises, marrones y beige principalmente), excepto el rojo del gorro que destaca por encima de todo lo demás en las imágenes y al que se le da un uso narrativo inteligente.

El texto aporta un elemento visual interesante, al estar codificado por colores según los personajes (cada uno de los animales habla en un color distinto).

Nos encanta la expresión de los ojos del oso. ¿Cómo es posible que unas ilustraciones tan "quietas" sean capaces de transmitir tanta desesperación?


Mirad al zorro como nos mira de reojo.
¿Por qué me preguntas a mí? 

Nos encanta esta serpiente, su charleta irrelevante y el diálogo codificado por colores. 

Mi pobre gorro. ¡Lo echo tanto de menos! 

Ese momento de ¡ya caigo!  ¡Mirad esos ojos!

Volviendo atrás a pillar al culpable
La tensión pre-duelo se masca. Ésta es mi favorita. Casi se oye la banda sonora estilo Western. 

¡Me encanta mi gorro! 


Las guardas, en las que aparecen todos los personajes del libro, incluido el oso sin gorro en la parte delantera y el oso con gorro en la parte trasera, parecen hechas de seda. ¿Quién será el primero en sacarlas en tela para decorar habitaciones infantiles?

Lectura en voz alta


El texto acumulativo de Yo quiero mi gorro con estructuras de diálogo repetidas lo convierten en un material perfecto para la lectura en voz alta, incluso para niños muy pequeños, a los que también cautivará la mirada expresiva del oso y las pintas graciosas de los otros animales. También hay muchas oportunidades para poner voces tontas.

Pero pienso que este libro ofrece muchas otras razones poderosas por las que los niños se dejan atrapar.

Los niños pequeños se identifican mucho con las sensaciones de a) perder algo querido y querer recuperarlo desesperadamente, b) encontrar algo bonito y querer quedárselo hasta el punto de que c) se intenta tapar el robo mediante una mentira mala, mala y a menudo larguísima, d) encontrar al canalla que te robó ese algo querido en a) y e) recuperarlo con maneras todo lo brutas que haga falta: "Es MÍO". (O como dice el oso "Me encanta mi gorro").

Creo que es ésta identificación de múltiples capas que hace que los niños hagan ¡ooooh! y ¡aaaaah" y se echen a reír. En nuestro caso, hay mucho gritito y muchas, muchas risitas.

Otros comentarios sobre Yo quiero mi gorro

Éste es el álbum ilustrado que más se acerca a una película muda que he visto hasta ahora.

Por un lado, Yo quiero mi gorro es una introducción a un tipo de humor ligeramente más sofisticado del que uno suele encontrar en álbumes ilustrados, en el que los dobles sentidos juegan un papel fundamental y la gracia reside en mostrar y en decir cosas distintas a lo que en realidad está ocurriendo. He leído unas cuentas reseñas del libro, algunas muy bien argumentadas e interesantes que hacen la pregunta de si no será este un caso de libro que en realidad gusta más a los adultos que a los niños; si no será un libro que los adultos "pillan" más que los niños.

Os contaré mi experiencia. ¿Lo "pillan" los niños? Al menos mi hijo ha mostrado un tipo de atracción especial hacia el misterio y el suspense que forma parte del humor del libro, un tipo de interés que yo no había visto antes en él, o al menos no expresado de la misma forma. Me atrevería a decir que es el principio de una educación en el humor. El humor slapstick (alguien que se resbala con la piel de un plátano) no hace falta aprenderlo, pero hay otro tipo de humor que sí hay que "aprender", y el modo de aprenderlo es mediante la exposición a él. Puede que al principio no se pille, o quizás no se crea que haya nada que pillar (¿y qué?), pero la exposición a los juegos lingüísticos y narrativos al servicio del humor conforman el inicio de un proceso de aprendizaje interesante y divertido. Mi hijo de tres años mostró atracción por el libro desde la primera lectura, hace ahora unos meses. ¿Diría que la atracción era por el humor? Probablemente sea más cierto decir que hay muchos más elementos responsables de que le guste, pero desde luego, el uso del suspense narrativo para provocar comedia funcionan para él, y le arrancan más de una risotada.

Una preguntita. Nadie parece ponerse de acuerdo. Este animalito de pocas luces ¿qué es? ¿Es un armadillo, una comadreja o un topo? Yo voto por armadillo, pero me hace gracia que no haya consenso. ¿Qué pensáis? (Nota añadida después: veo que el propio Klassen se refiere a la criatura como "especie de topo". Pero a mí esas rayitas me siguien confundiendo).



























Veo que el próximo libro de Jon Klassen sale en inglés el 12 de octubre. Aparece un pececito con un sombrero de copa estilo Magritte y sí, lo adivinaste, se llama, This is Not my Hat (Éste no es mi sombrero).


Si te interesa leer más sobre Klassen, echa un vistazo a esta estupenda entrevista con él (en inglés) en el magnífico blog Seven Impossible Things Before Breakfast. ¡Confieso que cuando le vi la carita de niño me sorprendí! Por algún motivo me esperaba que fuera o al menos pareciera mayor.

(c) de todas las ilustraciones de este post, Jon Klassen, 2011.
(c) del texto, Ellen Duthie. Cópialo o reprodúcelo, pero por favor, sé buena gente y cita tu fuente (autora y blog) .


La vida en que Maurice se puso su traje de artista e hizo un libro magnífico tras otro

$
0
0

"¿Siempre quieres lo que crees que quieres?" Kenny's Window, Maurice Sendak, 1956.














La noticia de la muerte de Maurice Sendak ayer a los 83 años de edad me pilló un poco desprevenida. 

La semana pasada recibí un ejemplar de Dear Genius, una selección de las cartas profesionales intensamente personales, perspicaces y generosas de una de las figuras más influyentes de la literatura infantil del siglo veinte, la editora Ursula Nordstrom. Fue directa o indirectamente responsable de descubrir y de animar a los siguientes autores y de acompañarles en la producción de los siguientes clásicos, entre muchos otros: Donde viven los monstruos, La cocina de noche (Maurice Sendak), Buenas noches, lunaEl conejito andarín (Margaret Wise Brown), Harold y el lápiz color morado (Crocket Johnson), Stuart Little (E. B. White) y El árbol generoso (Shel Silverstein). 

He disfrutado mucho leyendo las cartas y siendo testigo de su increíble relación con sus autores. Por un interés natural, presté especial atención a las cartas a Sendak. 

En su carta a Sendak del 21 de febrero de 1955 vemos una muestra de la rigurosidad de sus procedimientos y de su confianza en sus autores: 
'tus ideas nuevas para el final de Kenny's Window me parecen maravillosas [...]. Sigue trabajando en el libro y cuando tengas todos los capítulos listos, nos ponemos los dos y lo repasamos, palabra por palabra. [...] Pero lo esencial es esto: Gracias por todo lo que estoy segura que le estás haciendo al libro.  
En la misma carta, sentimos su (auténtico) entusiasmo:
En cuanto a los colores para el libro de Krauss, no tengo palabras. En la vida de una editora, hay pocos clímax, y ver esas ilustraciones tuyas ha sido uno de mis clímax.'
Disfruté de su sentido del humor y de su expresión de amistad.  
 10 de junio de 1955
Querido Maurice, digo Marlon: [...]Espero que pases un buen cumpleaños. [...] Como te he dicho otros años, me alegro mucho de que nacieras.  
Disfruté de su conversación sobre la genialidad y sobre qué tipo de genio era Sendak:  

21 de agosto de 1961
[...] 'Sí, Tolstoy es maravilloso, pero tú eres capaz de expresar tanta emoción y tanta "cohesión e intención" en algunas de tus ilustraciones como las que hay en Guerra y Paz. No estoy de broma. Tú escribes desde dentro hacia fuera, que es por lo que te digo poeta.   
[...] Escribiste "mi mundo carece de mobiliario. Es todo sentimiento". Pues bien, el sentimiento (la emoción), combinado con la disciplina del artista es la cosa menos frecuente que hay. Tú amas y admiras el trabajo de algunos escritores y artistas contemporáneos, pero de verdad, ¿no crees que muy pocos de ellos tienen vitalidad emocional enérgica alguna? Lo que tú tienes es EXCEPCIONAL.'  
Y, por supuesto, su expresión de emoción y de sobrecogimiento por los resultados de la obra de Sendak: 
'23 de septiembre de 1963
[...] Cuando eras mucho más joven y sólo habías escrito un par de libros, recuerdo que te escribía cartas cuando los libros estaban terminados y te daba las gracias por "otro trabajo hermoso" - o alguna tontería parecida. Ahora eres rico y famoso y no necesitas mis palabras. Sin embargo, no puedo evitar enviártelas, al mirar Dónde viven los monstruos. Creo que es absolutamente magnífico, y las palabras son bellas y están llenas de significado, y hace exactamente lo que querías que hiciera. Y tú hiciste exactamente lo que querías hacer.   
No había acabado aún las cartas cuando, el pasado domingo, leí un post en el blog de otro de mis autores e ilustradores favoritos, Sergio Ruzzier (Amandina), sobre su experiencia en The Sendak Fellowship, un programa establecido en 2010 "para dar a artistas el tiempo y el espacio que necesitan para explorar su arte fuera de las crecientes limitaciones del mundo editorial". Cito a Ruzzier:  
'[Sendak] Es una persona muy cálida, dulce e ingeniosa, pero también muy honesta. Me dijo lo que le gustaba de mis libros y me dijo lo que no le gustaba. Su principal preocupación al respecto era que algunas de mis elecciones eran demasiado prudentes y tímidas. "Tienes que ser valiente", me dijo. Intenté culpar a los editores, y sí que reconoció que el sector editorial de hoy, al menos en Estados Unidos, no es tan favorable ni tan protector como hace cuarenta o cincuenta años. Pero eso, me dijo, no debería ser excusa. Tiene toda la razón y eso ya lo sabía. Pero conversar con él, mientras paseábamos por el bosque con su perro Herman, me hizo recordar por qué dibujo y cuento historias.' 
Y me llamó la atención el círculo tan bonito que se cerraba. Y lo generoso que resultaba que un señor mayor, cansado y que no tiene ya que demostrar nada a nadie, decida pasar los últimos años de su vida dando cobijo y ánimo a ilustradores más jóvenes e inyectando vida, valentía y una urgencia por ser honestos en su trabajo. Y pensé que no se me ocurrían muchas formas más hermosas de acabar la vida.  

Y luego ayer, dos días después de leer el post de Ruzzier y un día después de acabar las cartas de Nordstrom, se murió. Sendak ha estado inusualmente presente en mi mente en los últimos días y quizás por eso la noticia de su muerte me afectó más de lo que hubiera esperado.  

Iba a tratar de resumir qué hizo Sendak y por qué era tan bueno en lo que hacía, pero dejaré que hable él mismo:  
'Creo que lo que he ofrecido ha sido distinto, pero no porque dibujara mejor que nadie ni porque escribiera mejor que nadie, sino porque fui más honesto que nadie. Al hablar de niños y de las vidas de los niños y de las fantasías de los niños y del lenguaje de los niños dije todo lo que quise decir. Porque no creo en los niños; no creo en la niñez. No creo en la línea de demarcación esa de 'Eso no se les puede decir, eso otro tampoco se les puede decir.’ Se les puede decir lo que se quiera. La única condición es que sea verdad. Si es verdad, díselo.' 
Del documental Díles lo que quieras: un retrato de Maurice Sendak, de Spike Jonze y Lance Bangs, 2009. Aquí van cinco minutos del documental (en inglés):    

Me gustaría terminar este post con tres de esas increíbles primeras frases de Sendak, tan llenas de significado y de complejidad:

Dónde viven los monstruos 
La noche que Max se puso su traje de lobo y comenzó a hacer una travesura tras otra, su mamá le dijo "Eres un monstruo" y Max le contestó "¡Te voy a comer!" y le mandaron a la cama sin cenar. (Traducción: Agustín Gervás)
La cocina de noche 
¿Os ha contado alguien la historia de Miguel que oye de noche un ruido detrás de la pared y da un grito, '¡Silencio! ¡Callarse de una vez!’ y se hunde entre las sombras y su ropa se pierde y la luna le mira mientras sus padres duermen y aterriza en la masa que había en la cocina? (Traducción: Miguel Azaola)
Outside Over There
Cuando Papá estaba en la mar y Mamá bajo la pérgola, Aida tocaba su cuerno mágico para arrullar al bebé, pero no miraba nunca. (Traducción mía). 
Cuesta imaginar más "cohesión e intención" que la que contienen estos tres principios, Sr. Sendak. 

(c) de la ilustración, Maurice Sendak, 1956. 
(c) del texto, Ellen Duthie. Puedes copiarlo o reproducirlo, pero sé buena gente y cita la fuente (autora y blog). 

Reseñas y lecturas en voz alta de libros de Maurice Sendak en Lo leemos así:





Outside Over There: "Pero no miraba nunca"

$
0
0
Outside Over There de Maurice Sendak
The Bodley Head, 1981
Nuestra edición: Red Fox (Random House), 2002
No se ha editado en castellano





















Haz clic arriba para escuchar cómo leemos Outside Over There (en inglés)

Desde mi reacción ojiplática e incluso un tanto insegura la primera vez que leí Outside Over There han pasado unos 10 meses y se ha convertido en uno de nuestros álbumes ilustrados favoritos sin discusión. Esto debo agradecérselo principalmente a Sendak, que es el rey de los libros que crecen con cada lectura, pero también en gran parte a mi hijo, que me hizo ver más claro que nunca que los temores de los adultos a lo que puede despertar temores en niños suelen estar basados en... temores de adultos.   

Outside Over There es una combinación perfecta de dos melodías, una visual y otra sonora, que se entrelazan, sugiriéndonos una abundancia de significados repletos de una ambigüedad casi fastuosa. Es magia y nos resulta a todos -niños y mayores- hipnótico. 

El texto
Ida (pronunciado "Aida"), una niña de unos 8-10 años, debe cuidar de su hermana pequeña, un bebé, mientras su padre está en la mar y su madre lo espera con la vista perdida en el horizonte, ausente. "Cuando Papá estaba en la mar y Mamá bajo la pérgola, Ida tocaba su cuerno mágico para arrullar al bebé, pero no miraba nunca." Cuando unos duendes entran por la ventana aprovechando la desatención de Ida y raptan al bebé, Ida debe afrontar su responsabilidad y lo hace con valentía, saliendo al rescate de su hermana. Pero comete "un gravísimo error" y sale "allende la ventana, del revés". Con la ayuda de un canto que le envía su padre desde alta mar, consigue ponerse del derecho y entrar en las cuevas de los duendes (que tienen todos aspecto de bebé), desarmarles con la melodía de su cuerno mágico y encontrar de entre todos los bebés a su hermana para llevársela de nuevo a la seguridad del hogar, donde les espera su madre, con una carta de su padre en la que pide a Ida que cuide de su madre y de su hermana mientras hasta que él vuelva. "Y eso fue exactamente lo que hizo Ida".

Sendak bebe de fuentes tradicionales de cuentos de hadas y juega con ellas para retratar los sentimientos ambivalentes de una hermana mayor hacia su hermana pequeña, su búsqueda interna para identificar y controlar sus emociones y la maduración de su amor hacia su hermana y hacia su familia.

Aborda la responsabilidad (unido al temor al fracaso), la valentía y la supervivencia en un mundo a menudo incomprensible, retratados desde la propia incomprensión de los niños acerca de sus emociones y desde su propio proceso de aprendizaje y adaptación para encajar con y hacerse un sitio entre las demás personas y elementos del mundo. 

El texto de Outside Over There,que Maurice Sendak dijo haber revisado más de cien veces, resulta   poéticamente hipnótico, con cada palabra, cada sonido, elegidos con absoluta decisión para incorporar toda la ambigüedad y generar toda la confrontación de sentimientos que se pretende, combinándose de forma casi musical con las imágenes.

Las ilustraciones

Outside Over There  llegó después de que Sendak ilustrara los cuentos de los hermanos Grimm, para lo que hizo un viaje a Alemania durante el cual se enamoró de los románticos alemanes, "apasionadamente", según cuenta él mismo. Y con ese sentido del humor tan suyo, explica que "Outside Over There es como un cuadro malo de Runge". 

Éstas son algunas de las imágenes que más nos fascinan de Outside Over There. 

Aquí vemos a Ida con el bebé en brazos llorando, al lado de su madre, poco disponible.

Mamá bajo la pérgola. 





















Ida cuidando al bebé, sin mirar, mientras los duendes llegan a la ventana.
"Pero no miraba nunca" 






















Posiblemente la imagen más impactante del libro, con los duendes llevándose al bebé y dejando en su lugar otro de hielo.
"Así que llegaron los duendes"























Aquí vemos a Ida, dispuesta a rescatar a su hermana. Mirad los girasoles, cómo han ido creciendo imagen a imagen y cómo van invadiendo la habitación. Como en Donde viven los monstruos, la vegetación crece con la intensidad de la fantasía, excepto que en aquel libro crecía desde dentro hacia fuera, mientras que aquí viene desde fuera a penetrar el interior del hogar "seguro". 
¡A mi hermana han secuestrado!  


















Ida cometiendo el "gravísimo error" de salir por la ventana "del revés".
Del revés



















Ida sobrevolando las cuevas de los duendes, sin verlas. Vemos a su hermana en la cueva y a dos marineros a la espera de no se sabe muy bien qué. En la esquina, un duende guardián.
Ida volando sin ver






















Los duendes-bebé, en el banquete del rapto, bailando bajo el encanto de la melodía de Ida.
¡Qué mala Ida!, dijeron los duendes. 



















Ida con su cuerno mágico, tratando de espantar a los duendes: 
"Ida tocó una giga frenética"


















Y el truco de Ida funciona: los duendes-bebé se licuan.
Los duendes se tornan arroyo



















Camino de vuelta al hogar. ¿Veis el árbol, como parece que acecha? Pero no...
Ida abrazó fuerte al bebé. 


















En casa, ya sanas y a salvo, Ida ayuda a su hermana a caminar.
Ida cuidando a su hermana, ya sin rastro de duendes.  



















Las ilustraciones de Outside Over There están tan repletas de detalles, símbolos, referencias y alusiones que no sé si llegan a acabarse. Cada vez que lo abro, encuentro algo nuevo.

Podemos analizar lo que vemos por la ventana de la habitación donde están Ida y el bebé. Al inicio vemos unos árboles, con un cielo apacible, ya empezando a atardecer. Cuando se llevan al bebé siguen allí los árboles, pero el cielo ya es nocturno. Cuando ya se han llevado al bebé y Ida sigue sin darse cuenta del cambio, vemos que han desaparecido los árboles y ha aparecido una vista de un barco sobre un mar que empieza a agitarse. Ya para cuando Ida se percata de lo que ha ocurrido, vemos el mar enfurecido y el barco hundido. Ida sale en plena tormenta al rescate de su hermana y para cuando la salva, el cielo está de nuevo apacible, ya amaneciendo.

Podemos contar ovejitas y pastores que aparecen por las páginas de vez en cuando a modo de motivo pastoral. Podemos detenernos en una pequeña casita donde, si miramos con atención, aparece Mozart tocando el piano. Podemos perdernos mirando esos pies tan gigantes que tienen muchos personajes de Sendak. Podemos entretenernos con los detalles del paisaje, de los árboles, del agua, de la hiedra, de las telas, de las miradas. Pero sobre todo, podemos alejarnos un poco, ver la perspectiva completa y dejar que las imágenes nos vayan evocando toda la complejidad de sentimientos que nos generan y disfrutar de ello.

A mi hijo Outside Over There le atrajo visualmente desde el principio y nunca le ha dejado de atraer.


Lectura en voz alta
La primera vez que se lee Outside Over There resulta un tanto extraño. Es un texto al que, de primeras, no es fácil encontrarle el ritmo y la cadencia, que parece a veces detenerse donde debe seguir y seguir donde debe detenerse, que juega constantemente con lo que espera el oído (si te esperas una rima, no llegará donde tú piensas que debe ir, sino cuando menos te lo esperas, un poco después un poquito antes, o nunca). Sin embargo, con cada lectura y a medida que se va interiorizando, resulta especialmente bello y poéticamente logrado justo en esas partes que frustraban, extrañaban y chocaban la primera vez. 

Sendak estira las frases como quiere. Como lectora en voz alta, te pierde por un momento y luego te coge de la mano y te devuelve a donde tenías que estar con suavidad, sin darte cuenta. La experiencia de leerlo en voz alta es casi como si te llevaran por un camino que desconoces pero dándote las herramientas para no perderte.


Esta experiencia subjetiva de lectora en voz alta lo percibo también en mi más fiel oyente. Desde la primera frase, se deja cautivar y se deja llevar. Es curioso pero mi hijo no me suele interrumpir en este libro, como hace con muchos otros. Si miramos detalles de las imágenes, suele ser en una segunda pasada, después de leerlo entero, como para "repasar" todo el contenido. 

Hay una frase susurrada, un grito de miedo, una canción rimada, varias exclamaciones y finalmente la carta del padre, que sirven para romper el ritmo y mantener la atención más aún.

Outside Over There es un libro muy especial para leer en voz alta.

Más cosas sobre Outside Over There 
Outside Over There es el tercer libro, inédito en castellano, de lo que el recientemente fallecido Maurice Sendak consideró una trilogía sobre “cómo controlan los niños diversos sentimientos (el peligro, el aburrimiento, el miedo, la frustración, los celos) y logran entender las realidades de sus vidas”. Los otros dos libros que integran la trilogía son Donde viven los monstruos La cocina de noche

Visualmente, los tres libros son muy distintos, pero los tres son ensoñaciones en las que un niño (o niña en este caso) tiene una aventura en la que debe afrontar y superar una serie de obstáculos nunca del todo explicitados antes de volver a la reconfortante seguridad de su hogar (en el caso de Outside Over There), de una cama acogedora (en el caso de La cocina de noche) o de una sopa que sigue calentita (en el caso de Donde viven los monstruos).

Si Donde viven los monstruos fue recibido en su día con cierta aprensión por la percepción de que esos monstruos podían aterrorizar a los niños o porque no condenaba el comportamiento "travieso" de Max, y si La cocina de noche sufrió mutilaciones y taparraberías por parte de personal de bibliotecas y de escuelas malpensados, retorcidos y cortos, Outside Over There posiblemente sea el libro que más ha inquietado y más miedo ha dado, principalmente a adultos.

Yo confieso que la primera vez que lo leí, además de la extrañeza ante el texto, me impresionó un poco todo el libro y me ocurrió algo que nunca ne había ocurrido antes con ningún libro. Me pregunté si realmente quería leérselo a mi hijo, que entonces tenía 2 años y medio. Porque era quizás demasiado pequeño para que le interesara, por un lado, pero también confieso que me pregunté a mí misma si era “apropiado”. Es la primera vez que un libro me ha despertado esa aprensión tan instintiva. Y por un momento, lo aparté. Pero esa misma tarde, mi hijo lo vio, lo cogió y me lo trajo y me pidió que se lo leyera. Decidí hacerlo para ver qué tal. Y me sorprendió lo muchísimo que le gustó a la primera, y me pidió que se lo leyera una y otra vez. Más de un año después, sigue haciéndolo. Es un libro que le atrae mucho, de una forma casi hipnótica. 

¿Por qué despierta este libro tanta inseguridad entre padres o adultos en general? ¿Incluso entre padres y adultos predispuestos a sentir y pensar de otra forma? Sin duda las ilustraciones y el texto evocan tantas cosas, y tan ambiguas que roza zonas muy incómodas de nuestro inconsciente de adultos.

Pero creo que quedarse en esas cosas que roza para los adultos es quedarse en lo superficial. Como dijo el propio Sendak, “los que leen sólo las capas superficiales suelen ser los adultos; yo creo que los niños leen los significados internos de todo”. (The Art of Maurice Sendak, de Selma Lanes). Y aquí los significados internos tienen mucho más que ver con los sentimientos ambivalentes de la hermana mayor hacia su hermana pequeña. Habla de amor, responsabilidad (motivo de miedo y orgullo a partes iguales) y heroísmo. Habla de comprender las lealtades de uno mismo hacia sus hermanos, su familia, en un mundo lleno de confusión. Habla de la terrible sensación de tener una responsabilidad y de fallar o de cometer un error. Pero también de la esperanza de que incluso el peor de los errores puede remediarlo uno mismo. Habla de la responsabilidad, la valentía, la vida y la supervivencia en un mundo incomprensible. Yo creo que estas cosas tocan directamente a los niños de una forma intuitiva.

Sendak no nos relata lo que siente un niño; nos hace reaccionar ante él. No se convierte en la voz del niño; nos invita a mirar y a sentir; tanto por identificación como por observación. Dependerá de la edad, pero en general imagino que los niños, al leer Outside Over There, podrán sentir una sensación de admiración por Ida, por su valentía, por su heroicidad. Quizás sueñen con tener una capa amarilla igual, o con tener una hermanita. También sentirán un poco de miedo gustoso. De ese que se tapa uno los ojos, pero vuelve a mirar porque no se puede dejar de mirar. Mi hijo en concreto se enfada con los duendes y dice que les va a pegar con un palo en la escena en la que entran por la ventana, aunque recientemente parece que todo lo va a solucionar con ese palo imaginario suyo). También se enfada con el bebé de hielo. Pero le encanta ver que Ida ha encontrado por fin a su hermanita, y cómo le lleva a casa. 

Los adultos en cambio se pasarán el libro preocupándose por las connotaciones sexuales de Ida retratada como El éxtasis de Santa Teresa de Bernini, de la mención de casamiento del bebé, de la ambigüedad de la expresión “rock the baby still”, que sería “mecer al bebé hasta la quietud”, difícil de traducir, pero ¿por qué no dice simplemente mecer o dormir -"rock the baby to sleep"?

Lo fantástico de Sendak es que nunca riñe ni alecciona al niño (excepto de broma, como en Pierre, por ejemplo). Tampoco riñe ni alecciona al adulto que lo lee en voz alta al niño (algo cada vez más frecuente en cierta línea de álbumes ilustrados). Se centra siempre en el proceso interno del niño como algo que tiene que (y puede) resolver el niño por sí mismo. También tiene siempre presente que la infancia es un momento muy confuso incluso aunque se tenga una familia unida y amorosa. Que no hacen falta excusas o justificaciones para explicar por qué un niño puede sentirse desgraciado, confundido o rencoroso. Que lo interesante es que es muy probable que todos los niños se sientan así en algún momento, porque forma parte de su desarrollo emocional y personal. Y que lo interesante está en que el niño se dé cuenta de que está en su poder aprender a entender, expresar y controlar o dejar aflorar sus emociones y sentimientos. Por eso resultan tan reconfortantes y por eso empoderan al niño.     

Acabo con una cita de Sendak sobre Outside Over There: 
"Es básicamente la historia de yo y mi hermana. Ella es Ida y su enfado, o incluso ira, por tener que cuidar de mí. Insinuar eso como parte de una relación en un libro para niños resulta duro porque hay un concepto equivocado de lo que es un libro infantil y de lo que debe contener y lo que no debe contener y de lo que deben tratar y no deben tratar. Y en esencia la idea es que sea sano, divertido, ingenioso y optimista y que no muestre las pequeñas miserias de la vida real. Pero yo recuerdo cómo era la vida real y no sabía sobre qué otra cosa podía escribir.  


Curiosidades
La película de Jim Henson Dentro del Laberinto se inspiró en Outside Over There (de hecho hay un guiño a Sendak en la película, donde sale Donde viven los monstruos y Outside Over There en la estantería de la protagonista, e incluso en los créditos Jim Henson “reconoce la influencia de la obra de Sendak en su trabajo”.

(c) de las imágenes, Maurice Sendak, 1981. 
(c) del texto, Ellen Duthie, 2012. Cópialo o repróducelo pero sé buena gente y cita la fuente (autora y blog).



Otras reseñas, lecturas en voz alta y artículos sobre libros de Maurice Sendak en Lo leemos así:




Cuidado con la rana: ¡Ñam, ñam!

$
0
0
Cuidado con la rana de William Bee
Editorial Juventud, 2010 (Traducción: Carlos Mayor)
Título y edición original: Beware of the Frog, Candlewick, 2008
Nuestra edición (en inglés): Walker Books, 2009



Haz clic arriba para escuchar cómo leemos nosotros Cuidado con la rana (en inglés) 

Esta reseña se refiere a la versión original en inglés. Las imágenes son de la versión inglesa y las citas, de momento, no son textuales de la edición en castellano de Editorial Juventud, sino traducciones funcionales para que se entienda la reseña (excepto el nombre de la anciana, Desazón Zozobra, que sí es de la traducción de Carlos Mayor para Juventud.. En cuanto consiga un ejemplar de la versión castellana, adaptaré la reseña a la versión e incluiré algo acerca de la traducción. 

No recuerdo exactamente cuántas veces me rogó mi hijo que le leyera Cuidado con la rana el primer fin de semana después de llegarnos el libro por correo, pero creo que no exagero cuando digo que unas dieciséis. Sí, he escrito d-i-e-c-i-s-e-i-s. Lo mejor es que yo también lo disfruté cada vez que lo leí. Y todos (también el padre) lo hemos seguido disfrutando cada vez que lo hemos leído desde entonces.

Las carcajadas y gritos de deleite -¡ÑAM!- y susto -¡ÑAM ÑAM!- de verdad que son la bomba con este libro. 

Es un álbum ilustrado de cuento de hadas inteligente, divertido, sorprendente, refrescante y graciosamente oscuro. Verdaderamente genial.  

El texto
La señora Desazón Zozobra vive al lado de un bosque negro como la boca de un lobo, protegida tan solo por su pequeña ranita doméstica. Su rana logra salvarla heroicamente de las garras de varias criaturas de aspecto extraño y de intenciones viles que van saliendo del bosque, queriendo robarle (un duende avaricioso), apestarla hasta echarla de su casa (un trol apestoso) o simplemente zampársela (un ogro gigante y hambriento). Cada uno de ellos llega con un canto confiado y estupendamente repetible, pero la rana se asegura de que ninguno llegue más allá de la verja. Las frases de suspense repetidas sirven para inquietar antes del ¡ÑAM! con el primero, del ¡ÑAM ÑAM! con el segundo y del ¡ÑAM ÑAM ÑAM! con el tercero. Normalmente no me preocupa desvelar los finales en las reseñas de este blog, pero los giros finales tan maravillosamente ejecutados en este libro valen la pena experimentarlos por primera vez con la primera lectura. Risas garantizadas.  

¿He mencionado que es también una historia de amor?

Las ilustraciones
Cuidado con la rana es un libro con un diseño muy cuidado, en el que el dibujo, la tipografía y la distribución en la página juegan un papel esencial en el resultado final.

Las ilustraciones de Cuidado con la rana son dibujadas a mano con rotuladores finos negros, que luego se han escaneado, coloreado y organizado sobre la pantalla. El fondo es estático, utilizando con frecuencia exactamente la misma imagen o la misma imagen con pequeñas variaciones, y el estilo de los personajes va desde las líneas y formas sencillas de la ancianita tan convencional y perfectita...

Como ha señalado más de una reseña,
no parece un personaje despistado de South Park?


... hasta los rasgos irregulares, puntiagudos y deformes de las maravillosas creaciones frankensteinianas que van saliendo del bosque (¿has visto qué colores de uñas?!): 

Aquí tenemos al duende avaricioso.
¿No os parece estupendo su carro porta objetos robados interesantes?











Aquí está el trol apestoso, con su piel azul y bigote negro.
¿Qué secretos malolientes llevará en esa maleta y en la mochila? 

Y aquí está el ogro gigante y hambriento,
con el tenedor listo para entrar en acción




























La rana tiene una expresión absolutamente fantástica. Aquí lo tenemos zampándose al trol apestoso. ¡Rico rico!

¡ÑAM! ¡ÑAM! 
Se juega con la topografía en todo el libro, con distintos tamaños de letra, mayúsculas y negritas e incluso como único protagonista en algunas páginas:  
¡Ñam! ¡Ñam!























Me encanta que la señora Desazón Zozobra sea tan correcta, tan formal, tan estereotipo de anciana inocente, lo cual aumenta nuestra reacción de asombro ante una de las grandes sorpresas finales. Mirad qué beso de cuento de hadas:
















Hay también mucho juego de espejos. Las guardas delanteras son exactamente igual que las traseras excepto en la gama de colores, que va de marrones y verdes a rosas y morados (y esto tiene un significado relacionado con la historia). La contraportada es literalmente un espejo de la portada, excepto de nuevo por el color y quizás otra cosa...

¿No os encanta la expresión? 






















Lectura en voz alta
Leer en voz alta Cuidado con la rana es una experiencia repleta de emociones y carcajadas, tanto para el lector como para el oyente. El suspense perfectamente construido, con repeticiones y un ritmo de paso de páginas excelente, los cantos tontos y pegadizos de las criaturas, cada uno repetido dos veces, los chillidos de susto con los ¡ÑAM ÑAM! la primera vez que se lee que, en lecturas posteriores, se convierten en gritos de emoción al anticiparse al acontecimiento... hacen de este libro todo un exitazo. Es muy muy muy divertido de leer en voz alta.  

La estructura y las frases repetitivas en todo el libro ayudan a los niños a participar tras tan solo un par de lecturas y las preguntas retóricas que se lanzan al aire sirven de pausa provocadora de tensión antes de los grandes sustos.  

En la versión inglesa puede que haya incluso un guiño a El grúfalo de Julia Donaldson and Axel Scheffler? "And his favourite food is... sweet old lady". ("Y su comida favorita es... ancianita dulce y buena"). Esta es una teoría de mi hijo, que preguntó si el gigante hambriento era un grúfalo. 

A mi hijo le encanta mirar los trozos de criatura que asoman de la boca de la rana. 'Mira, Mamá, se lo ha zampado con cinturón y todo", o "con reloj y todo", o con cualquier otra cosa que le llame la atención "y todo".

Le encanta participar y repetir todo lo repetible y en general, se lo pasa estupendamente cada vez que lo leemos.

Siempre es interesante ver cómo reaccionan niños distintos a un mismo libro. Se lo leí varias veces a dos encantadores mellizos más o menos de la edad de mi hijo (tres años mi hijo, tres años y medio ellos), un niño y una niña, hace poco mientras pasábamos unos días en su casa. Me hizo gracia comprobar que, aunque también fue un éxito inmediato, la recepción fue algo distinta. La niña reaccionó de forma relativamente parecida a mi hijo, pero el niño insistió en que le daba miedo y que "ese no le gustaba". Claro que, a pesar de decir eso, cuando yo se lo leía a mi hijo y a su hermana, él se asomaba a lo lejos y lo escuchaba con mucha atención. Supongo que estaba descubriendo la emoción de disfrutar con el miedo. Ya para cuándo nos íbamos, ya no se quedaba lejos e incluso llegó a pedírmelo una vez, aunque seguía jugando a que le daba miedo.  

Me gusta Cuidado con la rana. Es fresco, descarado y tiene mucha gracia.

Me gusta pensar que la rana fue una vez su marido, de quien vemos un retrato a través de la ventana en la primera imagen de la casa, donde la señora Desazón Zozobra acaricia a su rana.  

Echa un vistazo al sitio Web de William Bee.

Si quieres saber más sobre William Bee, te recomiendo esta entrevista en el estupendo blog Seven Impossible Things Before Breakfast.

(c) de las ilustraciones, William Bee, 2008
(c) del texto, Ellen Duthie, 2012. Cópialo o reprodúcelo pero por favor sé buena gente y cita la fuente (autora y blog)
Viewing all 94 articles
Browse latest View live